El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha defendido con firmeza el último ataque de su país contra figuras clave de Hamás en Qatar, calificándolo como “legítimo”. Esta declaración se produjo durante una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en la que Netanyahu desestimó las condenas internacionales y reafirmó la intención de continuar la ofensiva en Gaza.
Rubio, por su parte, reiteró el respaldo de Washington a Israel, alineándose con la postura del presidente Donald Trump sobre la necesidad de alcanzar una paz duradera, que incluye la liberación de todos los rehenes y la eliminación del liderazgo de Hamás. Netanyahu enfatizó que la guerra, ya en su segundo año, no concluiría sin cumplir con los objetivos militares de Israel: la desmantelación total de Hamás. Aproximadamente 50 rehenes siguen en manos de Hamás, de los cuales se estima que 20 están vivos.
El líder israelí también abordó los planes de su gobierno para una operación inminente en Gaza, la cual incluiría la ocupación de la ciudad. Netanyahu aseguró que el objetivo es desarticular la capacidad operativa de Hamás, a pesar de que cientos de miles de palestinos residen en la zona, a quienes Israel ha ordenado evacuar urgentemente.
En relación con las acusaciones de Netanyahu contra Hamás, el primer ministro aseguró que el grupo terrorista está impidiendo la salida de civiles de Gaza, aunque no presentó pruebas que corroboren esta afirmación. Hizo un llamado a los ciudadanos para que sigan las recomendaciones israelíes y se alejen del peligro.
También enriqueceremos el debate sobre las recientes tensiones con Qatar, tras el ataque israelí en Doha, que ha generado controversia internacional. Netanyahu defendió su acción destacando que su país se rige por la necesidad de actuar contra terroristas, aludiendo incluso a la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU, que estipula que ningún estado debe albergar o proteger a terroristas.
El primer ministro comparó sus acciones con operaciones militares de Estados Unidos durante la lucha contra el terrorismo, subrayando que todo país tiene derecho a defenderse más allá de sus fronteras.
Recientemente, el Ejército israelí demolió la Torre Ghafri, el rascacielos más alto de Gaza, afirmando que el edificio albergaba sistemas de inteligencia utilizados por Hamás. Sin embargo, esta alegación ha sido cuestionada por organismos internacionales y residentes locales, quienes han expresado dudas sobre la veracidad de tales justificaciones, especialmente ante el elevado número de víctimas civiles y daños a la infraestructura.
La demolición del edificio ha llevado a muchas familias a perder sus hogares, en el contexto de una estrategia más amplia que, según algunos gazatíes, busca forzar el desplazamiento masivo hacia el sur del enclave, anticipando una posible invasión terrestre.
Estas acciones y declaraciones enfatizan la complejidad de la situación en Gaza, que sigue siendo un tema de intenso debate y controversia en la arena internacional. La información presentada corresponde al contexto y datos disponibles hasta el 15 de septiembre de 2025, momento en el que la situación seguía evolucionando rápidamente.
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