Una tragedia ha conmocionado a la comunidad de Grand Blanc, Michigan, donde un ataque armado en una iglesia mormona dejó a una persona muerta y varios heridos. El incidente tuvo lugar durante un servicio religioso, cuando un hombre de 40 años, originario de una localidad cercana, irrumpió en el edificio y abrió fuego con un rifle de asalto. Al momento del ataque, se encontraban “cientos de personas dentro de la iglesia”, lo que aumentó el impacto devastador del suceso.
Las autoridades informaron que el sospechoso fue abatido por las fuerzas del orden que respondieron rápidamente al llamado. No se ha confirmado el motivo del ataque, aunque el presidente Donald Trump lo calificó de “horrendo”, sugiriendo que podría ser parte de una serie de ataques dirigidos a comunidades cristianas en el país. En su plataforma Truth Social, Trump enfatizó la gravedad de la violencia en lugares de culto.
Imágenes del lugar mostraban a socorristas evacuando a las víctimas, algunas de ellas gravemente heridas, mientras una intensa columna de humo se elevaba del edificio, que también fue incendiado durante el ataque. Una mujer que reside cerca de la iglesia relató momentos aterradores, describiendo cómo escuchó gritos desesperados y la súplica de una mujer pidiendo ayuda.
El jefe de la policía local, William Renye, destacó que el sospechoso no solo disparó a las personas presentes, sino que también habría incendiado el lugar antes de ser neutralizado. Un total de diez víctimas fueron trasladadas al hospital, y lamentablemente, uno de los heridos falleció poco después. Las autoridades están trabajando para asegurar la escena y determinar si hay más víctimas.
El FBI ha enviado agentes al lugar para ayudar en la investigación del ataque, que ha sido calificado como un “acto cobarde y criminal” por el jefe del FBI, Kash Patel. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, también ha sido informada sobre el incidente, que destaca una vez más la problemática de la violencia armada en el país.
Este suceso trágico, fechado el 28 de septiembre de 2025, plantea inquietantes preguntas sobre la seguridad en los lugares de culto y la creciente ola de violencia en el país. Las repercusiones de este ataque se sentirán en la comunidad de Grand Blanc y más allá, mientras las autoridades continúan investigando y trabajando para responder a la creciente preocupación sobre la seguridad pública.
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