Pacto portuario del Canal de Panamá amenazado por demanda china

La adquisición de 23,000 millones de dólares de docenas de puertos globales, que incluye activos estratégicos en el Canal de Panamá, se encuentra en riesgo de desmoronarse. Esto se debe a que Cosco, el gigante naviero estatal chino, ha exigido una participación mayoritaria en el acuerdo. Esta situación ha llevado a BlackRock y Mediterratean Shipping Company (MSC) a considerar la opción de retirarse de la compra prevista a CK Hutchison si persisten las demandas de Cosco.

Desde el anuncio en marzo por parte de CK Hutchison sobre la venta de 43 puertos en 23 países, el consorcio que incluye a BlackRock y MSC ha recibido tanto elogios como críticas. El presidente estadounidense, Donald Trump, había manifestado su apoyo, destacando su promesa de “recuperar” el canal. Por el contrario, Beijing ha criticado el acuerdo, considerándolo una amenaza a los intereses nacionales de China.

A medida que avanza el proceso, ha surgido inquietud entre los funcionarios chinos, quienes han comenzado a reformular la transacción. Cosco fue invitado a unirse al consorcio en un esfuerzo por obtener la aprobación de los reguladores chinos, a pesar de la clara ausencia de activos continentales involucrados en el acuerdo. Las conversaciones iniciales contemplaron la posibilidad de que Cosco obtuviera entre un 20% y un 30% de las participaciones de CK Hutchison en los puertos globales, excluyendo los dos en el Canal de Panamá, considerados sensibles por el gobierno estadounidense.

Sin embargo, Cosco ha exigido una participación mayoritaria, lo que ha generado incertidumbre sobre si esta demanda representa una postura negociadora o una directiva del gobierno de Pekín. La resolución exitosa de esta negociación dependerá, en última instancia, de una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y China, algo que se proyecta no ocurrirá hasta 2026.

La situación actual es un reflejo de las complejas dinámicas de poder geopolítico que rodean a la infraestructura marítima, y cómo las decisiones empresariales están intrínsecamente ligadas a las relaciones internacionales. Sin duda, la evolución de este acuerdo será un factor clave en las interacciones económicas entre estas dos potencias en el futuro cercano.

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