A cinco meses del asesinato de dos sacerdotes, la comunidad jesuita en México lamentó que el caso siga impune y que la inseguridad prevalezca en el país.
A cinco meses del asesinato de nuestros hermanos Javier (Campos) y Joaquín (Mora), junto con Pedro Palma, los jesuitas de México lamentamos que el caso siga impune y que la inseguridad prevalezca en la Sierra Tarahumara”, señalaron en un comunicado.
El 21 de junio, el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que un día antes los sacerdotes fueron asesinados dentro de una iglesia en Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
“Es una zona de bastante presencia de la delincuencia organizada. Parece que se tiene ya información sobre los posibles responsables de estos crímenes”, sostuvo entonces.