#Carnaval | Después de un largo periodo de incertidumbre bajo la administración de Bolsonaro, el Carnaval de Río ha vuelto con gran entusiasmo. La festividad, que es una de las más famosas del mundo, había sido gravemente afectada por la pandemia del COVID-19, pero ahora se ha podido retomar con precaución y medidas de seguridad.
A pesar de los desafíos que enfrentó la organización del evento, los habitantes de Río de Janeiro se han unido en una muestra de alegría y esperanza, y han salido a las calles para disfrutar de la música, el baile y los disfraces que caracterizan el Carnaval. La celebración ha sido un recordatorio del espíritu vibrante y la cultura rica de Brasil, y ha brindado un momento de alivio y felicidad en medio de tiempos difíciles.
En resumen, el Carnaval de Río ha vuelto a brillar después de un periodo oscuro marcado por la pandemia y la incertidumbre política. La festividad ha demostrado que, a pesar de los obstáculos, la cultura y la alegría siempre pueden prevalecer.
El Carnaval de Río es uno de los eventos más grandes y concurridos del mundo, con millones de personas que acuden a la ciudad cada año para disfrutar de la celebración. Debido a la pandemia del COVID-19, el Carnaval tuvo que ser cancelado en 2021, lo que fue un gran golpe para la economía de la ciudad y para los habitantes que dependen del turismo.
Además del Carnaval oficial, que se llevó a cabo en el Sambódromo de Río de Janeiro, muchos habitantes de la ciudad organizaron sus propios desfiles y celebraciones en los barrios y comunidades locales. Esto es parte de una tradición llamada “carnaval de rua” (carnaval de calle), que es una parte importante de la cultura popular brasileña. Estos eventos más pequeños y locales pueden ser más accesibles para los residentes que no pueden permitirse asistir al Carnaval oficial.
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