La actividad económica de la región sur de México enfrenta un panorama desafiante, marcada por una contracción del 3.2% en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Esta caída, que marca el cuarto trimestre consecutivo en descenso, afecta a los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, según la información proporcionada por el Banco de México (Banxico).
El informe sobre las economías regionales correspondiente al segundo trimestre de 2025 detalla que los sectores más perjudicados han sido la construcción, que se desplomó un 51.5%, la minería, con una disminución del 10.0%, y el turismo, que presentó una baja del 4.8%. Esta tendencia negativa en la región sur destaca en un contexto nacional donde la actividad económica global creció un 1.2% interanual.
Por el contrario, el norte del país logró un crecimiento del 0.9%, impulsado en gran parte por los sectores manufacturero y de construcción. El centro-norte también mostró un avance del 1.1%, beneficiándose de un buen desempeño en manufacturas y comercio. La región central, sin embargo, fue la que se destacó con un crecimiento de 2.0%, liderado por un notorio aumento del 18.7% en la actividad agropecuaria.
Un aspecto significativo es el impacto del sector petrolero en la actividad económica de la región sur. El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Regional (ITAER) sugiere que al eliminar el componente relacionado con la extracción de hidrocarburos, la caída en la actividad económica es menos profunda. En 2023, la región sur aportó el 16.9% al PIB nacional, y las actividades petroleras representaron solo el 2.8% de esa contribución. Sin embargo, la minería petrolera, que está concentrada en esta región, se ha visto afectada por la declinación natural de varios campos.
Los empresarios han informado a Banxico sobre una disminución en la actividad de perforación por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que ha repercutido negativamente en operaciones vinculadas, como la instalación de tuberías y otros servicios. Esta reducción en la inversión también ha dado lugar a un aumento en las tasas de desempleo en lugares como Carmen y Villahermosa, junto con una disminución en la disponibilidad de insumos y servicios, así como el cierre de varias empresas debido a impagos de proveedores.
En esta misma línea, el sector de la construcción ha experimentado una disminución drástica del 51.5% interanual, tras un periodo de crecimiento inusual debido a proyectos emblemáticos como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas. A pesar de esto, el valor de la construcción pública en la región sigue siendo superior al de otras zonas del país. Los directivos del sector privado han señalado un ambiente de cautela entre inversionistas, lo que ha llevado a un enfriamiento en proyectos de vivienda y construcciones comerciales, afectadas por la incertidumbre del entorno económico.
No obstante, se han registrado avances en Veracruz, donde la llegada de proyectos industriales ha estimulado la adquisición de terrenos y el desarrollo de nuevas infraestructuras. Mientras tanto, obras complementarias del Tren Maya y otros proyectos como el puente Nichupté en Quintana Roo siguen en marcha, aunque la actividad general en el sector de construcción continúa bajo presión tras la finalización de grandes obras.
La información presentada refleja la situación económica de la región sur tal como estaba disponible hasta el 21 de septiembre de 2025. Si bien los desafíos son evidentes, la dinámica regional varía y continúa evolucionando, lo que invita a estar atentos a los desarrollos en los próximos meses.
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