En Estados Unidos, el presidente Biden y el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, han logrado un acuerdo para aumentar el techo de la deuda del país. En una señal de cooperación bipartidista, el pacto permitirá que el Gobierno continúe financiando sus programas sin interrupciones, evitando un incumplimiento de pagos que habría tenido graves consecuencias económicas.
El techo de la deuda es el límite máximo que el Gobierno de Estados Unidos puede pedir prestado para financiar sus programas de gastos. El actual techo expiraba el 31 de julio y, si no se hubiera acordado una extensión, el Estado habría tenido que decidir qué facturas pagar y cuáles no. Además, la falta de un acuerdo podría haber dañado la economía estadounidense y el prestigio financiero del país a nivel mundial.
El acuerdo entre Biden y McCarthy supone un alivio para los mercados y los inversores, que temían una crisis en Estados Unidos. La medida, sin embargo, ha sido criticada por algunos miembros de ambos partidos, que acusan al Gobierno de gastar demasiado y de no preocuparse por reducir el déficit fiscal. Sin embargo, la mayoría de los analistas coinciden en que el acuerdo era necesario para evitar una crisis de deuda que habría sido mucho más perjudicial.
El pacto entre Biden y McCarthy es una muestra de que, aunque los políticos estadounidenses están cada vez más polarizados, todavía hay espacio para el diálogo y el acuerdo. En un momento en que la economía global sigue siendo incierta debido a la pandemia de COVID-19, la estabilidad financiera de Estados Unidos es más importante que nunca. Además, el acuerdo demuestra que, a pesar de las diferencias políticas, los líderes de ambos partidos pueden encontrar puntos en común para el beneficio del país.
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