Las sospechas contra el funcionario llegan además en un momento especialmente delicado por la creciente presión sobre Moscú a raíz de la invasión de Ucrania. Después del sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream, que transportaban gas desde Rusia hasta Alemania por el lecho del mar Báltico, Berlín y el resto de capitales afectadas de alguna forma por el suceso, como Dinamarca y Suecia, en cuyas aguas se produjeron las explosiones, han reforzado la seguridad de sus infraestructuras críticas. Alemania, preocupada además por otro sabotaje ocurrido hace unos días contra sus redes ferroviarias, está ahora revisando no solo la seguridad física, sino la cibernética para estar preparada para ataques de lo que se conoce como guerra híbrida. La inquietud es mayor ante la sospecha de que organismos que deben garantizar la seguridad de las redes puedan estar infiltradas por servicios secretos extranjeros.
La polémica desatada en Alemania después de que un conocido periodista de televisión dedicara uno de sus programas al jefe de la agencia de ciberseguridad del país se ha cobrado la cabeza de Arne Schönbohm, el controvertido presidente de la Autoridad Federal de Seguridad Cibernética (BSI, en sus siglas en alemán). La ministra del Interior, Nancy Faeser, le ha destituido este martes por sus presuntos vínculos con los servicios secretos rusos. La actuación de Schönbohm ha “dañado permanentemente la necesaria confianza del público en la neutralidad e imparcialidad” de quien ocupaba hasta ahora el puesto más destacado en la lucha contra las amenazas cibernéticas al país, según informó un portavoz gubernamental.
Pese a que su nombre parece indicar que se trata de un organismo oficial, el Consejo de Ciberseguridad de Alemania es una asociación en la que participan diferentes empresas. Una de ellas, llamada Protelion, lleva años siendo objeto de controversia. Especializada en ciberseguridad, solía operar bajo el nombre de Infotecs y se trata, según ha informado la red Policy Network Analytics, de una filial de la empresa rusa de ciberseguridad OAO Infotecs, fundada por un exempleado de la KGB, los antiguos servicios secretos soviéticos.
El Gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz había pedido a Schönbohm que cortara la relación con la asociación y pusiera distancia, pero no obedeció y hace poco se le pudo ver en la celebración del décimo aniversario del Consejo. Tras la polémica provocada por el programa de humor y sátira política Magazin Royale, presentado por Jan Böhmermann, empezaron a correr los rumores de la destitución del jefe de la BDI. Era cuestión de días que sucediera lo que este martes el portavoz ha definido como la prohibición de “despachar asuntos oficiales como presidente de la BSI con efecto inmediato”. Interior señala sin embargo que a Schönbohm se le aplica la presunción de inocencia mientras se examinan “exhaustivamente” todas las acusaciones conocidas contra él.
El programa de ZDF reveló, entre otras cosas, que el fundador de la empresa Protelion llegó a recibir una medalla de honor de manos de Vladímir Putin, el presidente ruso, por su trabajo en ciberseguridad en Rusia. La asociación informó la semana pasada de que había expulsado a esta empresa porque las acusaciones contra ella no eran “compatibles con la lucha contra el cibercrimen y la promoción de la ciberseguridad”.
Schönbohm fue nombrado responsable de la BSI en 2016 por el entonces ministro del Interior, el democristiano Thomas de Maiziére, y ya entonces su elección fue ampliamente criticada por su supuesta falta de preparación y por su cercanía con el sector armamentístico. En 2019 una primera investigación periodística reveló que el Consejo de Ciberseguridad que fundó y presidió hasta su nombramiento como jefe de la BDI mantenía vínculos con los servicios secretos rusos.
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