Alana Flores defiende uso de jersey Cáceres

Durante la semifinal de vuelta del Clausura 2025, el enfrentamiento entre América y Cruz Azul no solo atrajo la atención de los aficionados al fútbol, sino que también fue testigo de la llegada de Alana Flores, una influyente figura de las redes sociales y novia del futbolista Sebastián Cáceres. Su aparición en el Estadio Ciudad de los Deportes, vistiendo la camiseta del América, generó una oleada de reacciones negativas, especialmente debido a su anterior lealtad pública hacia el club Monterrey, conocido como los Rayados.

Las críticas hacia Alana no se hicieron esperar, ya que previamente había expresado su afición por los Rayados y, de hecho, había sido invitada especial a partidos de este equipo en el Clausura 2024. En un giro poco común para muchos aficionados, su apoyo a Cáceres, defensor del América, la llevó a afrontar ataques en redes sociales. Esta concatenación de eventos pone de manifiesto la intensa rivalidad en el fútbol mexicano, donde las lealtades de los aficionados son a menudo absolutas.

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Este contexto llevó a Alana a emitir un mensaje en su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde comentó sobre los “insultos y amenazas” que ha recibido tras mostrar su apoyo a su pareja. Con un tono desafiante, dijo: “Sabía que el día que usara el jersey de mi novio se me iba a comer viva como si a esas personas les debiera algo”. Este mensaje refleja tanto su compromiso personal como su deseo de seguir siendo fiel a su afición por los Rayados.

Sin embargo, Alana también dejó claro que su amor por el club regiomontano no ha disminuido. En sus redes sociales, reafirmó su apoyo: “Sigo y apoyo a Rayados desde hace años, incluso antes de ser figura pública”. Además, compartió en Instagram un conmovedor mensaje para Cáceres, incluyendo su lealtad a los Rayados y al equipo Raniza FC, que preside en la Kings League Américas. “Mi corazón es de Rayados, de Raniza y de a donde sea que vayas tú, Sebastián Cáceres. Te amo negrito”, escribió, evidenciando la dualidad de su devoción tanto por su pareja como por su equipo.

Este episodio no solo resalta la intersección entre el deporte y las relaciones personales, sino que también enfatiza la cultura vibrante y apasionada que rodea al fútbol en México. La capacidad de los aficionados para comprometerse emocionalmente con sus equipos puede traer consigo tanto apoyo como controversia, algo que evidentemente Alana está activa y valientemente navegando.

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