En los últimos tres meses se han activado 92 alertas de atentados en diferentes hospitales de Ecuador por parte de integrantes del crimen organizado, por lo que se ha lanzado una alerta de emergencia por acontecimientos de violencia, amenazas y asesinatos que han ocurrido en diversos nosocomios.
Instituciones de salud, informaron que el último episodio ocurrió en el hospital Abel Gilbert Pontón, ubicado al sur de la ciudad costera de Guayaquil, donde dos sicarios vestidos de doctores entraron hasta el cuarto piso del hospital, y asesinaron a tiros a un hombre con heridas de bala en la habitación 433. “Dos policías que estaban en un cuarto conjunto reaccionaron al escuchar los disparos y se produjo un intercambio de balas”, detalló Edwin Noguera, comandante de la Policía de Guayaquil.
La balacera se dio en el área de recuperación de cirugías de uno de los hospitales más grandes de la ciudad. La escena que describen las autoridades parece de ficción, los sicarios incluso sometieron a un policía, le arrebataron el arma y dispararon contra uno de los uniformados que estaba en el cuarto piso custodiando a un privado de libertad que se recuperaba de una cirugía. El policía resultó gravemente herido en el estómago y tiene pronóstico reservado. Los sicarios huyeron y las imágenes de seguridad muestran a uno de ellos vestido de médico con dos pistolas, una en cada mano, cuando salía caminando del hospital.
Hay que recordar que desde el 2022, Ecuador ha superado el índice de homicidiospor la guerra entre las narcobandas, la violencia ha cruzado los límites de las cárceles y los barrios a los hospitales y ambulancias en por lo menos diez ciudades de Ecuador, que en cualquier conflicto son considerados como zonas de paz.
Por eso el pasado diciembre, el Ministerio de Salud en conjunto con el del Interior y la Policía instauraron un protocolo de reacción ante amenazas y atentados que han denominado Código Plata.
El Código Plata es la ruta de acciones que han fijado distintas instituciones del Estado para asegurar los servicios de salud en un contexto de violencia en todos los hospitales del país, sean públicos y privados. La principal amenaza que han detectado las autoridades son de aquellos pacientes que están relacionados con un grupo delictivo y “que podría generar una amenaza interna para el establecimiento de salud o que se pueda convertir en blanco de un ataque”, explica Diego Vallejo, director de Riesgos del Ministerio de Salud. Todas estas variables ya han sucedido en los últimos tres meses.
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