En España, la alarmante cifra de más de seis millones de personas que padecen inseguridad alimentaria revela una dura realidad: familias que luchan cada día por acceder a una dieta nutritiva y suficiente. Esta situación clandestina da lugar a problemas serios como la malnutrición infantil y a adultos que se ven obligados a consumir alimentos poco saludables por falta de recursos. En este contexto, Acción contra el Hambre impulsa su campaña Restaurantes contra el Hambre, que desde hace 16 años ha movilizado a más de 12,400 establecimientos, convirtiéndose en la mayor acción solidaria en el sector de la hostelería en el país.
Con motivo del 30 aniversario de Acción contra el Hambre en España, se ha conversado con Alfonso Calderón, coordinador de campañas de la organización, quien ha compartido su perspectiva sobre los retos actuales en la lucha contra el hambre y el papel crucial de la hostelería como agente de cambio. Según Calderón, las familias vulnerables se ven forzadas a optar por alimentos menos nutritivos debido a sus costos, generando un ciclo de malnutrición que afecta tanto a adultos como a niños. No basta con llenar un plato; es necesario asegurar el acceso a alimentos seguros, nutritivos y sostenibles.
La Escala de Experiencia de Seguridad Alimentaria (FIES), desarrollada por la FAO, ayuda a categorizar la inseguridad alimentaria en niveles leve, moderado y grave. En la etapa leve, las personas enfrentan dudas sobre su capacidad de acceso a alimentos. En la moderada, sus recursos no alcanzan para mantener una dieta saludable y, en la grave, los individuos se encuentran sin suficiente comida durante períodos prolongados.
Desde su inicio en 2010, la campaña ha evolucionado significativamente. Comenzó como un proyecto piloto en Toledo, alcanzando en 2012 los 500 locales inscritos. La participación se disparó a 1,435 restaurantes en 2017, generando más de 1 millón de euros recaudados desde el lanzamiento. Aunque la pandemia afectó drásticamente la asistencia en 2020, la tendencia ha vuelto a crecer, con una apertura hacia que bares y cafeterías se sumen al movimiento.
El lema de este año, “Alimentamos Cambios”, subraya la importancia de cada involucrado en esta cadena solidaria. Desde el chef hasta el cliente que elige un plato solidario, todos contribuyen a transformar la vida de miles de familias. Bares y restaurantes de barrio, además de los establecimientos de renombre, juegan un papel esencial al apoyar la causa. Ejemplos como Ruta de Mulhacén en Granada y Taberna La Bola en Madrid destacan por sus años de dedicación a esta lucha.
En términos económicos, la campaña ha logrado recaudar 1,6 millones de euros, cuya distribución permite a Acción contra el Hambre seguir operando en 11 comunidades autónomas y desarrollar programas de empleo, emprendimiento y formación. Desde 2014, más de 47,427 personas han mejorado su empleabilidad gracias a estas iniciativas.
Calderón enfatiza que, aunque la sociedad española muestra solidaridad, aún es necesario un mayor esfuerzo en la concienciación sobre la magnitud del problema del hambre en España. A través de acciones solidarias, la organización continúa trabajando para visibilizar esta lucha.
Celebrando sus 30 años de compromiso inquebrantable, Acción contra el Hambre ha ayudado a millones de personas anualmente, salvando vidas y enfrentando el desafío global de erradicar el hambre. Con iniciativas que promueven la sostenibilidad y el bienestar a través de programas como Vives Emplea Saludable, buscan educar y capacitar, fomentando un futuro mejor para todos.
Cada ciudadano puede hacer la diferencia al elegir un plato solidario en un restaurante, participando directamente en esta noble causa y ayudando a construir un cambio significativo en la lucha contra el hambre.
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