Una sorprendente estatua del expresidente estadounidense Donald Trump y el infame delincuente sexual Jeffrey Epstein ha hecho su aparición en el National Mall de Washington. Este controversial monumento, titulado “Best Friends Forever” (‘Mejores amigos para siempre’), estará exhibido hasta el domingo por la noche, gracias a un permiso otorgado por el Servicio de Parques Nacionales.
La instalación incluye una placa que menciona “el duradero vínculo entre el presidente Donald J. Trump y su ‘mejor amigo’ Jeffrey Epstein”. Aunque el creador de la estatua sigue siendo un misterio, esta obra forma parte de una serie de instalaciones anónimas críticas con la figura de Trump, destacadas previamente por piezas como “Dictator Approved”, que presenta un pulgar hacia arriba dorado aplastando una corona de la Estatua de la Libertad.
La respuesta desde la Administración Trump no se hizo esperar. La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, desestimó la estatua, afirmando que “los liberales son libres de malgastar su dinero”. Además, subrayó que no es novedad que Epstein y Trump fueran conocidos, enfatizando que el expresidente echó a Epstein de su club por “ser un asqueroso”.
Recientemente, Trump declaró que cortó lazos con Epstein por sus acciones, que incluían la apropiación de mujeres jóvenes que trabajaban en su complejo Mar-a-Lago, como Virginia Giuffre, una de las acusadoras más prominentes de Epstein.
El contexto en torno a esta estatua se complica aún más: hace poco, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes hicieron pública una carta de contenido sexual que supuestamente estaba firmada por Trump y que formaba parte de un álbum de cumpleaños compilado en 2003 para Epstein. Trump ha negado haber escrito la carta o diseñado el dibujo que la acompaña.
A medida que la Administración Trump enfrenta llamados crecientes para que se revelen más detalles sobre la investigación del Gobierno relacionada con Epstein, hasta ahora no ha accedido a hacerlo. Recientemente, antes de la segunda visita de Estado de Trump al Reino Unido, se registraron protestas que incluyeron la colocación de mercancía falsa en una tienda de regalos del Castillo de Windsor, donde aparecían los rostros de Trump y Epstein. Además, se proyectó una imagen de ambos en el castillo y se desplegó una enorme foto de 400 metros cuadrados en la propiedad arbolada de la residencia real.
Este episodio no solo resalta el escándalo que rodea a ambas figuras, sino que también plantea preguntas sobre las relaciones personales de Trump y su conexión con alguien tan controvertido como Epstein. La estatua, por su parte, se erige como un símbolo provocativo en el escenario político actual.
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