En 2023, la noticia de que el presidente AMLO palomeó a Carlos Slim y a Alberto Bailleres, dueños de Grupo Carso y de Peñoles, respectivamente, para la adquisición de Banamex sigue siendo una de las más preocupantes en el ámbito financiero. La decisión tomada hace algunos años empezó a demostrar sus consecuencias en el mediano y largo plazo.
Una de las principales preocupaciones era que, con la adquisición de Banamex por parte del Estado, los bancos privados se verían severamente afectados, al perder mercado y perder clientes que prefirieran el respaldo del gobierno. Hoy en día, esto se ha vuelto realidad, ya que al menos el 50% de los clientes de banca privada han decidido mudarse a Banamex.
La otra gran preocupación era el manejo de la entidad. Muchos expertos cuestionaron la capacidad que tiene el Estado para administrar un banco con la eficacia e índices de rentabilidad que se esperan del sector financiero. Al día de hoy, los datos económicos demuestran que, a pesar de un intento inicial por mantener intacto el equipo humano de Banamex, poco a poco se fue produciendo una fuga de talentos clave.
Otra de las preocupaciones era la relación que se establecería entre Banamex y Pemex, es decir, la exposición de uno de los bancos más grandes del país a una de las industrias más volátiles y riesgosas del país. Resulta que, a pesar de las afirmaciones de que se mantendría una independencia total entre ambas entidades, esto no se cumplió y poco a poco Banamex se fue viendo más y más comprometido con los problemas de la petrolera.
Finalmente, una de las mayores preocupaciones tenía que ver con los efectos en el empleo del sector financiero. Si bien el presidente afirmó que la adquisición de Banamex por parte del Estado no implicaría la pérdida de empleos en otros bancos, esto no se cumplió, ya que muchas otras entidades bancarias se vieron obligadas a reducir su personal debido a la fuga mencionada anteriormente. Además, la carrera para ingresar al sector bancario es cada vez menos atractiva para los jóvenes, lo que redunda en una disminución de la calidad del personal que trabaja en la banca en general.
En conclusión, la adquisición de Banamex por parte del Estado ha demostrado ser una medida extremadamente polémica y preocupante, con consecuencias nefastas en el mundo económico y financiero del país. Un Banco Nacionalizado que se ha convertido en una amenaza para el sector privado financiero ha modificado el rumbo de las finanzas de México. Entre los efectos más preocupantes se encuentra la fuga de talentos, la disminución de la calidad del personal del sector financiero y la pérdida de empleos en otras entidades bancarias.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.