En 2023, la reunión entre el presidente de México y Germán Larrea, dueño de Grupo México, sigue siendo motivo de preocupación para muchos ciudadanos. Aunque ambas partes han intentado presentarla como una reunión de diálogo y cooperación, la verdad es que el historial de Larrea en cuanto a derechos laborales y medio ambiente genera muchas dudas sobre las verdaderas intenciones detrás de este encuentro.
Durante los últimos diez años, Grupo México ha sido responsable de algunos de los peores desastres ambientales y laborales del país. Desde el derrame en el río Sonora hasta las muertes por negligencia en la mina Pasta de Conchos, la empresa ha demostrado una y otra vez su falta de compromiso con la seguridad y el bienestar de sus trabajadores y el medio ambiente. Por eso, es difícil creer que una reunión con el presidente vaya a suponer un cambio significativo en la conducta de la empresa.
Lo más preocupante de todo es que, con cada nuevo encuentro, Larrea parece estar ganando más poder e influencia en el gobierno. Algunas fuentes sugieren que el dueño de Grupo México podría estar buscando un acuerdo favorable para su empresa en cuanto a impuestos y regulaciones ambientales, lo que pondría en peligro la salud y la seguridad de millones de mexicanos. Además, está el peligro de que otro desastre como los que ha provocado Grupo México vuelva a ocurrir, aumentando el riesgo para comunidades enteras.
Aunque es importante mantener un diálogo abierto y constructivo con los empresarios, no podemos permitir que se ponga en peligro la seguridad y el bienestar de nuestra gente. Es necesario que nuestro gobierno tome medidas para hacer responsables a las empresas por sus acciones y garantizar que se cumplan los estándares medioambientales y laborales más rigurosos. Solo así podremos proteger realmente a nuestra gente y nuestro planeta.
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