El icónico cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu celebró recientemente en el Festival de Cannes un hito significativo: el 25º aniversario de “Amores perros”, su ópera prima que lo catapultó a la fama internacional. Estrenada en el año 2000 durante la Semana de la Crítica, un apartado del festival donde se alzó con el gran premio, este filme entrelaza tres historias que revelan diversos aspectos de la sociedad mexicana.
En una emotiva proyección de la copia restaurada de “Amores perros” dentro de la sección Cannes Classics, González Iñárritu se mostró profundamente conmovido, describiendo el evento como “un regalo único”. El actor Gael García Bernal, quien hizo su debut en la película, lo abrazó visiblemente emocionado y le agradeció por haber transformado su vida.
En una charla previo al evento, ambos compartieron anécdotas sobre los momentos vividos durante la turné. González Iñárritu también sorprendió al anunciar la creación de una instalación artística que tomará forma a partir del material descartado de la película. Esta exhibición se presentará en la Fundación Prada de Milán, así como en Los Ángeles y México, en los meses de septiembre y octubre. El director enfatizó que se había conservado casi todo el material en la cinemateca de la Universidad de México, citando que estos registros estaban allí “como el vino” desde hace 25 años.
Entre risas, el director recordó los retos iniciales que enfrentaron al presentar el proyecto a las autoridades mexicanas, quienes los rechazaron. “Fue una apuesta difícil, porque la película no era fácil de digerir; era tensa, violenta y complicada de montar”, recalcó.
García Bernal, quien estaba en Londres estudiando arte dramático cuando Iñárritu lo llamó, compartió una anécdota simpática sobre su poca experiencia en el cine en aquel entonces. Al inicio del rodaje, no entendía si el comando ‘action’ era para su personaje o para iniciar la escena en sí.
La noche del estreno en Cannes fue especialmente difícil para González Iñárritu, quien recordó que el público entraba y salía de la sala, lo que lo llevó a sentirse “deprimido”. En una conversación con el célebre director italiano Bernardo Bertolucci, expresó que la experiencia de presentar un filme era insoportable. Bertolucci, en un tono sincero, le respondió que, después de su primer filme, las cosas podrían empeorar.
A pesar de su ansiedad esa noche, García Bernal compartió que el estreno fue una de las experiencias más trascendentales de su vida. “Cuando entramos, el mundo nos miraba de una manera, y cuando salimos, todo cambió”, dijo, aludiendo a cómo la percepción sobre México se transformó a partir de la proyección.
González Iñárritu y García Bernal repetirían su colaboración en “Babel” en 2006, también galardonada y aclamada internacionalmente, reafirmando su estatus como dos de las figuras más emblemáticas del cine mexicano.
La información presentada se basa en datos hasta el 20 de mayo de 2025 y no refleja actualizaciones posteriores.
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