Carlo Ancelotti ha vuelto a presentarse este miércoles como entrenador del Real Madrid seis años después de ser despedido tras ser eliminado en la semifinal de la Champions y pelear la Liga hasta el final. Como este curso, después del cual fue Zinedine Zidane quien se despidió. Su segunda presentación como técnico blanco, telemática y con la compañía de Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, y un empleado del departamento de comunicación, fue, entre otras cosas, un carrusel de reencuentros del que en un momento derivó en una condensación de ese círculo entre aquella marcha en 2015 y su regreso: “La única cosa que cambia en el Madrid son los entrenadores”, ha dicho, después de reconocer a varios de los periodistas participantes en la videollamada. “Hemos pasado buenos tiempos juntos”.
No ha cambiado siquiera lo que ha prometido al llegar. “Lo mismo. La tradición, la historia de este club es jugar un fútbol espectacular, un fútbol ofensivo. Es lo que quiere la afición”, ha dicho. Como en el verano de 2013, antes de comenzar un curso que culminó levantando la décima Copa de Europa del Madrid en la final de Lisboa contra el Atlético.
Sobre el camino que comienza ahora hacia ese “fútbol espectacular”, poca concreción. Ancelotti ha insistido en que todo el proceso que lo ha llevado de nuevo al banquillo blanco ha sido muy rápido. “No hemos hablado de nada. Solo del contrato que tenía en el Everton y del nuevo contrato”, ha explicado. Y ha insistido en varias ocasiones en que a partir de ahora revisará la plantilla y las opciones de mercado para empezar a tomar decisiones. Evitó comprometerse incluso con Sergio Ramos, el catalizador de la tan mentada décima Orejona con su gol en el 93 que le dio a él un año extra y al madridismo el alivio a doce años de ansiedad. “Sergio Ramos es un jugador muy importante, ha sido muy importante para todos los éxitos. Vamos a hablar con el jugador. No conozco los detalles”, ha dicho.
Ha evitado atarse al capitán, cuyo contrato vence a finales de este mes, y también ha evitado manifestar deseo alguno sobre el mercado de fichajes. Más bien ha apuntado a que considera que los jugadores de los que dispone son suficientes: “Con esta plantilla, si no recuerdo mal, sin los jugadores a préstamo, Bale, Odegaard y Ceballos, el Madrid ha llegado a la semifinal de la Champions y a pelear por la Liga”, ha recordado. Ni siquiera el problema de la falta de gol del equipo cree que necesite soluciones externas. “Benzema tiene que marcar 50 goles, en lugar de 30. Vinicius tiene que marcar más…”. Y no ha descartado que Gareth Bale pueda convertirse en parte de la solución después de meses de brazos caídos en el Madrid: “Gareth no ha jugado mucho, no ha tenido mucho tiempo en la Premier, pero ha marcado muchos goles. Fue muy efectivo en los últimos partidos, cuando ha jugado con más continuidad”.
Para conocer las situaciones abiertas como la de Ramos y definir los siguientes pasos, aún no ha tenido tiempo para hablar con la dirección deportiva del club, ni tampoco con Zidane, aunque ha dicho que le llamaría. Y ha elogiado su trabajo: “¿Qué tengo que decir de Zizou? Ha ganado tres Champions en un rato. Lo que hizo fue increíble”, ha dicho. Sin embargo, no ha querido entrar en la carta abierta del francés en la que se quejaba de falta de apoyo del club: “No sé la relación personal de Zizou con el presidente”.
Ancelotti no ha cambiado su promesa de 2013 en el reencuentro, ni tampoco las metas: “El objetivo en el Madrid es muy claro, lo conozco bien: ganar títulos. Ganar la Copa de Europa, ganar la Liga, ganar la Copa del Rey”, ha dicho.
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