Jon Andoni Cintado de 23 años, que lleva apenas un año en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Madrid, ganó su primera medalla de plata en la gran competición internacional. Se deshizo por el camino del subcampeón olímpico Saleh Elsharabaty, del bronce olímpico Seif Eissa, y también del subcampeón del mundo Apóstolos Telikostoglu. Perdió en la final contra el coreano Park Woo-Hyeok.
Los comienzos de Andoni
El deportista es licenciado en ingeniería de diseño industrial. Dejó Bilbao -es cuando empezó a hacer taekwondo en el club The Masters en Basauri- tras terminar bachillerato y se instaló en Valencia. Así lo cuenta. “Quería estudiar fuera y vivir otras experiencias fuera de casa. Me coincidía que mi carrera estaba en Valencia y que había hecho contacto con un club de taekwondo de alto nivel que me iba a venir genial para seguir creciendo, el Deportivo Olimpo”. Allí estuvo compaginando estudios y entrenamientos. En septiembre entregó el trabajo de fin de grado. “Y fíjese en las cosas de la vida… Como es diseño industrial y desarrollo del producto, había que desarrollar uno y decidí desarrollar unas zapatillas de taekwondo. Saqué un nueve y medio”, relata. En el equipo todos destacan de él la cabeza tan bien amueblada que tiene.
Lo dice, entre todos, Miguel Ángel Herranz, el responsable de la selección masculina, que reclutó a Andoni el año pasado como sparring para ayudar a los olímpicos en la preparación de los Juegos y que, finalmente, se lo llevó al CAR de Madrid, donde entró con 22 años. Muy tarde comparado con la media de deportistas que suele entrar con 16-17.
Andoni cuenta que su camino no ha sido fácil pues había empezado a trabajar y a cursar un máster en administración de negocios. Segundo porque tuvo que volver a pedirle dinero a sus padres como cuando era más crío. Y tercero porque adaptarse a los ritmos de trabajo de un centro de alto rendimiento nunca es fácil y menos cuando vienes de entrenar en el club donde todo es familiar y tú eres la estrella.
Al final siempre llega la recompensa. “Si me pregunta hace dos días le digo que no siempre el que trabaja bien y mucho tiene su recompensa… Pero hoy lo celebro y disfruto de estos momentos. He quedado subcampeón del mundo, pero este deporte es tan fugaz que el año que viene te sale en España una Adriana Cerezo en masculino que pese 80 kilos y te quita el puesto. Y eso tienes que asumirlo con toda la naturalidad del mundo”.
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