Aprobación del gran presupuesto de Trump.

Donald Trump, en una fecha histórica del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, ha logrado una trascendental victoria política con la aprobación en el Congreso de un megaproyecto de ley presupuestaria. Este anunció, que avanza su radical agenda para el segundo mandato, contempla un aumento significativo de los fondos para su campaña antiinmigración.

El proyecto ha puesto de manifiesto la capacidad de Trump para consolidar su control sobre el Partido Republicano, el cual había mostrado divisiones internas respecto al contenido del texto que, entre otras cosas, aumentará considerablemente la deuda nacional y reducirá el apoyo en áreas de salud y asistencia social. Tras intensas negociaciones, un grupo de republicanos inicialmente opuestos logró alinearse con el líder, gracias a los esfuerzos del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.

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La votación final fue ajustada, con 218 votos a favor y 214 en contra. Durante un mitin en Iowa, Trump se mostró optimista y afirmativo, proclamando que la ley convertirá al país “en un cohete espacial” y que se trata de “la ley más grande de su tipo jamás firmada”.

Este megaproyecto, que había recibido el visto bueno del Senado un día antes, ratifica muchas de las promesas de campaña de Trump. Entre sus medidas, se incluyen un aumento en el gasto militar, la financiación de una amplia campaña de deportación masiva de migrantes y la asignación de 4.5 billones de dólares para extender los recortes fiscales de su primer mandato.

No obstante, el contenido del paquete legislativo se enfrenta a críticas, especialmente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha alertado sobre el riesgo de un incremento inevitable en el déficit fiscal. La portavoz del FMI, Julie Kozack, subrayó que este proyecto va en contra de las recomendaciones del organismo, que aboga por la reducción de déficits fiscales en Estados Unidos para asegurar una trayectoria descendente de la deuda pública en relación al PIB.

Kozack hizo hincapié en la urgencia de que Estados Unidos comience un proceso de consolidación fiscal para abordar de manera efectiva sus déficits fiscales crónicos. Esto contrasta con las aseveraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien argumenta que la “Ley de la Gran Cuenta” estimulará un crecimiento adicional a la economía.

La aprobación de este megaproyecto se marca como un hito en la política estadounidense, posicionando a Trump como un protagonista influyente en el panorama político contemporáneo y sentando las bases para el futuro económico del país, en medio de un debate intenso sobre las implicaciones financieras y sociales de sus políticas.

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