La práctica de la postura del árbol en yoga no solo es una manera efectiva de fortalecer los glúteos y las piernas, comparable a las sentadillas, sino que también ofrece un sinfín de beneficios emocionales y cognitivos.
En el ámbito del yoga, los ejercicios que trabajan el equilibrio son particularmente desafiantes y gratificantes. Mantenerse firme mientras el cuerpo busca equilibrarse es un ejercicio de concentración y autovaloración. Asanas como la media luna o la postura del bailarina son ejemplos claros de cómo el equilibrio se traduce en bienestar físico y mental. La postura del árbol, conocida como Vrikshasana, se destaca en este tipo de prácticas.
Esperanza Sánchez-Contador, instructora en el reconocido estudio español David Lloyd Turó, explica que esta asana activa y fortalece de manera integral varias partes del cuerpo. Entre sus efectos positivos, se encuentran el fortalecimiento de las piernas y el abdomen, así como la alineación de la espalda. Curiosamente, se compara el efecto de la postura del árbol con la sentadilla a una pierna, conocida como pistol squat. Incorporar soportes de equilibrio, como semiesferas o discos, puede incrementar la dificultad de este ejercicio, lo que lo hace aún más efectivo y desafiante.
Zonas del cuerpo que fortalece la postura del árbol
Vrikshasana es reconocida como una de las posturas más completas en el yoga, activando los siguientes grupos musculares:
- Cuádriceps, isquiotibiales y gemelos: de la pierna de apoyo, fundamentales para el equilibrio.
- Tobillos y pies: mantienen la estabilidad general del cuerpo.
- Zona abdominal y lumbar: esenciales para mantener la postura erguida; los hombros y brazos también se fortalecen al elevarse.
- Aductores: la pierna elevada juega un papel importante en la rotación externa de la cadera, activando músculos como el glúteo mayor y otros rotadores profundos de la articulación.
Equilibrio entre atención y relajación
La práctica del yoga ha ganado popularidad como medio para lograr una conexión entre cuerpo y mente. La concentración necesaria para ejecutar asanas de equilibrio no solo fortalece la musculatura, sino que también promueve una mente tranquila. La instrucción de David Lloyd refuerza que la postura del árbol trabaja también la capacidad de estabilización psicológica.
Beneficios cognitivos de la postura del árbol
Un estudio publicado en el International Journal of Development Research destaca los efectos positivos de la postura del árbol en la salud cognitiva. A través de una sesión de 30 minutos realizando Vrikshasana, se evidenció una mejora significativa en varios indicadores de neurocognición, incluyendo la memoria visual, la atención compleja y la flexibilidad cognitiva. Estos resultados sugieren que solo unos minutos de práctica pueden tener un impacto inmediato y a largo plazo en las capacidades cognitivas.
¿Cómo se practica la postura del árbol en yoga?
La postura del árbol representa perfectamente su nombre; una pierna estirada simula el tronco, mientras que el pie apoyado en el suelo actúa como las raíces. Los brazos, al elevarse, se asemejan a las ramas que se extienden hacia el cielo. Esta conexión con la naturaleza se refleja en la esencia misma de la práctica del yoga.
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