La vacunación en España enfila un nuevo hito: llegar a los 10 millones de personas con la pauta completa a finales de semana. Todavía falta —hay 9,2 millones—, pero el objetivo es posible. Máxime, teniendo en cuenta que esta semana se prevé la llegada de la mayor remesa de vacunas hasta la fecha: 4,6 millones. La campaña de inmunización masiva ha alcanzado velocidad de crucero y casi el 40% de la población española ha recibido, al menos, un pinchazo, pero quedan flecos sueltos que perturban el clima de optimismo entre los expertos. Por un lado, la administración de las segundas dosis al personal esencial menor de 60 años inmunizado con AstraZeneca: el Ministerio de Sanidad recomendó completar la pauta con Pfizer, pero la población está optando mayoritariamente por repetir con el preparado anglosueco, una decisión que, por un lado, pone en cuestión la credibilidad de Sanidad y, por otro, amenaza el abastecimiento de vacunas de AstraZeneca para cubrir la población que ha empezado a pincharse con ella. Janssen, por otra parte, también había anunciado cinco millones de dosis antes del 30 de junio, pero apenas han llegado 576.000 y, en medio de este retraso, la Comisión de Salud Pública decidirá este martes si permite inyectar este fármaco, limitado a mayores de 50, al grupo de 40 a 49 años.
Superados los primeros meses de entregas a cuentagotas y con el circuito vacunal ya rodado, España se acerca al verano con buena parte de su población más vulnerable inmunizada: el 95% de los mayores de 60 han recibido, al menos, una dosis (los ancianos de residencias, los mayores de 80 y el grupo de 70 a 79 ya ha completado la pauta vacunal). Las comunidades están inmersas ahora en los segundos pinchazos del colectivo de 60 a 69 y aceleran los del grupo de 50 a 59. “Hemos progresado en el ritmo de vacunación, pero no podemos permitirnos la mínima pausa ni mostrar demasiados signos de autocomplacencia”, apunta Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud.
Algunas comunidades, de hecho, han pisado el acelerador y avanzan con el grupo de edad de 40 a 49. Canarias y Castilla-La Mancha, por ejemplo, han empezado ya a vacunar a este colectivo, Baleares arranca esta semana con los nacidos entre 1971 y 1976, Navarra comenzará la que viene y la Comunidad Valenciana, el 17 de junio. En Ceuta, la mitad del grupo de entre 40 y 49 años ya ha recibido la primera dosis. Los medicamentos destinados a este grupo de edad son las de ARN mensajero (Pfizer o Moderna).
Las autonomías compaginan los pinchazos por grupos de edad con la vacunación de otros colectivos socialmente vulnerables. Por ejemplo, las personas sin hogar, migrantes en situación irregular o temporeros de la fruta. Para ellos, grupos difíciles de localizar y vacunar, el Ministerio de Sanidad ha autorizado la monodosis de Janssen independientemente de su edad. Galicia ya ha usado este medicamento con marineros y grandes dependientes y Cataluña también citará esta semana a las personas sin hogar de Barcelona para vacunarles con el fármaco de Janssen. Andalucía ha empleado esta vacuna para inmunizar a los estibadores y está pinchando con ella a los trabajadores del mar, a las personas sin hogar y a quienes viven en los asentamientos. La Junta también ha informado de que administrará ese preparado a los cooperantes andaluces que se desplacen a países de alto riesgo.
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