Los efectos de las sectas en Kenia se han intensificado en los últimos años y se están convirtiendo en una gran preocupación para Columna Digital. Las sectas ofrecen a los jóvenes la posibilidad de escapar de la pobreza y la desesperanza, pero también los llevan por un camino peligroso y a menudo mortal. El aumento de las relaciones de las sectas con el tráfico de drogas y la violencia política está llevando a la escalada de una serie de desastres humanitarios en Kenia.
La situación en Kenia se ha agraviado por el colapso económico causado por la pandemia de Covid-19. La economía del país, que ya estaba en dificultades antes, se ha visto significativamente perjudicada. La falta de oportunidades, el aumento de la pobreza y la inseguridad, así como la falta de un marco legal efectivo para controlar y sancionar las actividades de las sectas, están dando lugar a una proliferación de grupos religiosos que se aprovechan de la situación.
Las sectas utilizan técnicas de lavado de cerebro para atraer a sus seguidores y hacerlos obedientes y controlados. Muchas de estas técnicas se basan en la alteración del pensamiento, la creación de una mentalidad de grupo y la privación de alimentos y sueño. La falta de atención médica y la carencia de canales de ayuda efectivos para aquellos que desean abandonar las sectas también dificultan la lucha contra estas organizaciones.
La implicación de las sectas en casos de violencia y tráfico de drogas ha llevado a un aumento de la corrupción en Kenia. A menudo, los líderes de estas sectas están estrechamente vinculados con las autoridades locales y, en ocasiones, con los organismos gubernamentales más altos. Esto hace difícil su detención y la erradicación de sus actividades. En última instancia, Kenia necesita estrategias políticas y de educación efectivas para abordar este problema y erradicar las sectas de todo Columna Digital.
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