Las elecciones intermedias que culminaron este 6 de junio, dejaron tras de sí un cúmulo de basura electoral en las calles y avenidas de la Ciudad de México.
Flyers, lonas, mantas y estampas que utilizaron los candidatos para su promoción personalizada y que adornaron postes, vallas, fachadas, puentes peatonales y hasta árboles, generaron ocho mil toneladas de basura. Tan solo en la Ciudad de México. Según estimaciones de la Fundación para el Rescate y la Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).
¿A dónde van a parar?
Antonio Jacintos Nieves. Especialista en ciencia de la sostenibilidad y medio ambiente, expuso que no se sabe con certeza a dónde llegan esos residuos.
A veces lo que dejan en casas o calles, se van a los camiones recolectores y luego a sitios de disposición final o a las coladas y luego al drenaje o ríos de las localidades.
“Algunas lonas las toman los vecinos para techos hasta que se acaban y luego a los camiones recolectores. Y todo el sobrante que les queda seguramente también a camiones recolectores y luego a sitios de disposición final. No tengo conocimiento que parte de esos residuos sean reciclados”.
Candidatos olvidan la vida verde
Las campañas electorales, además de dejar basura en las calles, también utilizan materiales que pueden llegar a ser nocivos para el planeta.
De acuerdo con el Artículo 209 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE). Se establece que toda la propaganda electoral impresa debe ser reciclable y fabricada con materiales biodegradables que no contengan sustancias tóxicas para la salud o el medio ambiente.
Hay quienes se saltan las reglas y para la propaganda que se cuelga en puentes y postes de la Ciudad, usan en su mayoría materiales contaminantes. Tales como el polietileno, polipropileno y poliuretano, o bien biodegradables que tardan hasta 100 años en desaparecer.
¿Cómo solucionarlo?
Una de las soluciones a esta problemática, es que las fuerzas políticas y sus candidatos lleven sus propuestas a plataformas digitales, recomendó el consejero electoral, Mauricio Huesca.
“Yo recomendaría transitar a un nuevo mecanismo de comunicación política en el cual se dejen atrás estas prácticas, aunque autorizadas por la ley, sí necesitan ser revaloradas. Contaminan y en poco tiempo podrían llegar a ser caducas”, advirtió.
Huesca insistió en que la propaganda en vía pública se debe contener o eliminar. “También otra idea que me surge es la migración a propagandas limpias y amigables con el medio ambiente. La invitación es a innovar”, reflexionó.
No todo es malo
En León, Guanajuato, el Proyecto Yolcatl, un movimiento animalista, inició una
campaña para convertir la basura electoral en un hogar para perritos abandonados.
Con las lonas, los y las activistas de esta organización, formarán un techo para proteger a los animalitos en abandono de las fuertes lluvias que se han estado presentando en la región.
El plan se llama Campaña de Recolección de Lonas y Residuos Electorales. Para participar sólo es necesario acudir a los centros de acopio que funcionarán del 11 al 25 de junio y depositar la donación de lonas en el lugar.