La reaparición de Ansu Fati ha sido un chute de energía para el Barcelona, 10 minutos del delantero que sirvieron para sentenciar al Levante. Ya advirtió Koeman que tienen un plan para él, que todavía tardará un tiempo en completar un encuentro pero que ira cogiendo ritmo y forma progresivamente con los partidos. Buena noticia para el Barça, en cualquier caso, contar con un revulsivo de su calibre. Sobre todo en esta Champions que se le complicó de buenas a primeras tras caer sin decir ni pío ante el Bayern (0-3), ahora exigido a vencer en Lisboa (a partir de las 21:00) a un Benfica con gusto por el ataque.
No es un Benfica menor, pues ha igualado su mejor arranque liguero de los últimos 61 años: siete partidos, siete victorias. Ocurre, sin embargo, que también tiene necesidad porque tropezó con un empate en el primer envite europeo ante el Dinamo Kiev. Y el estadio de Da Luz no trae buenos recuerdos al equipo azulgrana, pues hace dos Champions perdió por 8-2 ante el Bayern en el formato exprés de la competición por el aplazamiento covid. Pero el Barça ya tiene a Ansu y Koeman también recupera a Pedri y a De Jong. Es un duelo clave para el Barça y también para el técnico, puesto en tela de juicio por el mal juego y resultados hasta el Levante. Lo que ocurra este miércoles y lo que le siga ante el Atlético será el juez definitivo para el holandés.