Bruselas quiere dar un salto en la lucha contra la financiación de actividades ilícitas, tras los escándalos que han sacudido al sector financiero europeo en los últimos años. La Comisión Europea prevé lanzar el martes un nuevo paquete contra el lavado de dinero que incluirá la propuesta para crear una nueva Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA son sus siglas en inglés) con poderes para supervisar e imponer sanciones a compañías transnacionales.
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La Comisión Europea sigue tratando de tapar los agujeros que aprovechan los grupos organizados para blanquear capitales y financiar actividades delictivas. Bruselas intensificó sus esfuerzos en el último año del Ejecutivo de Jean-Claude Juncker, tras los escándalos del danés Danske Bank, el alemán Deutsche Bank, el holandés ING, el letón ABLV o el maltés Pilatus Bank. Sin embargo, también advirtió de que ese reguero de dinero sucio no solo corría por las venas del sistema financiero, sino también a través de otros canales como las casas de ciberapuestas o los monederos virtuales.
Algunos socios de la UE decidieron acompañar a la Comisión. La sucesión de esos casos provocó que España, Francia, Alemania, Italia, Letonia y Países Bajos firmaran una declaración conjunta en la que reclamaban crear una unidad supervisora en materia de blanqueo, con competencias sobre todo el sector financiero europeo. La discrepancia entre las capitales se centraba en si tal organismo debe depender de la Autoridad Bancaria Europea (EBA son sus siglas en inglés) o ser independiente. España abogaba por la primera opción, puesto que consideraba que sería más rápida; y su radio de acción, más amplio.
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Bruselas ha optado finalmente por una autoridad independiente con una plantilla de unas 250 personas, según el borrador. El Ejecutivo comunitario propone que la agencia, que contará con un presupuesto de 45,6 millones de euros, se cree en 2024 y empiece a funcionar en 2026.
La Comisión se ha decantado por una entidad al margen de la EBA porque sus actuaciones irán más allá del sector financiero. Según el borrador, la AMLA “desempeñará un papel fundamental” en el combate contra el dinero sucio dentro de la Unión. El paquete, no obstante, deberá ser negociado por el Parlamento Europeo y los países miembros.