La Agencia Catalana del Agua (ACA) declaró este lunes el estado de prealerta por sequía en varios de los puntos más importantes de las cuencas internas catalanas tras revisar los embalses del sistema. La situación afecta ya a 5,5 millones de personas (el 73% del total de la población), que viven en 119 municipios de ocho comarcas de Barcelona y tres de Girona, entre ellas el área metropolitana de Barcelona. Las reservas de agua están a poco más de la mitad de su capacidad.
El estado de prealerta afecta a los embalses del sistema Ter-Llobregat, a la cabecera del río Llobregat, y a la unidad hidrológica de Prades-Llaberia. Además, el acuífero de los ríos Fluvià y Muga continúa en escenario de alerta y, a pesar de la tendencia ligeramente creciente de sus niveles, se mantienen las limitaciones y restricciones a los diferentes usos que se abastecen de las redes de esta agua potable en 22 municipios del Alt Empordà.
La situación de prealerta por sequía afecta ya a buena parte de la población, en especial a la que se concentra en el área metropolitana de Barcelona. En total, son 119 los municipios de las comarcas Alt Penedès, Anoia, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Maresme, Selva, Vallès Oriental y Vallès Occidental que se abastecen del agua potable del Ter-Llobregat y otros 26 del Baix Empordà y el Gironès.
Desde principios de febrero, cuando las reservas de los embalses del Llobregat y del Ter se situaron por debajo del 60% (ahora están al 56%), se empezaron a activar de forma automática diversas medidas para reducir el ritmo de descenso de los embalses. Entre ellas, se incrementó la productividad de las desalinizadoras, que pasaron de una producción del 30% al 85% actual.
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