Palomitas con chocolate, sal Maldon y pimienta
Las palomitas de maíz son un lienzo en blanco que podemos convertir en un snack adecuado para cualquier escenario y momento del día. Esta versión puede servir tanto para un aperitivo como en una merienda, o para disfrutarlas mientras vemos una película.
→ Ingredientes (para cuatro personas): 150 gramos (g) de granos de maíz, 75 g de chocolate con un 70% de cacao, aceite de oliva, sal Maldon, pimienta al gusto.
→ Preparación: 1. Calentar una cazuela o sartén amplia a fuego alegre hasta que esté bien caliente. Añadir un buen chorro de aceite y 30 segundos después los granos de maíz en una sola capa —si el recipiente no es muy grande, hacerlo en dos veces—.
2. Tapar dejando un pequeño hueco para que salga el vapor. Cuando las palomitas empiecen a explotar, bajar el fuego a medio y dejar que se hagan, removiendo de vez en cuando el recipiente por las asas para que no se quemen.
3. Cuando dejen de oírse palomitas explotando, pasar a un bol. Fundir el chocolate al baño maría o en el microondas a potencia media en ciclos de 20 segundos. Ponerlo sobre las palomitas, pintando líneas con ayuda de una cuchara; aliñar con sal Maldon y pimienta, y servir.

Chipirones en su tinta
Una preparación cuyo sabor a mar se potencia gracias al chocolate. Si tenemos a mano uno con almendras o avellanas, podemos aumentar un poco la cantidad y añadirlo a la salsa bien picado: le dará aún más enjundia.
→ Ingredientes (para cuatro personas): unos 20 chipirones medianos, tiernos y limpios (aprox. 1 kilo), 2 cebollas, 2 tomates o 150 g de tomate troceado, 2 dientes de ajo, una cucharada de tinta de calamar, perejil, 200 mililitros (ml) de vino blanco, 20 g de chocolate con un 70% de cacao, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, arroz blanco o patatas fritas en dados.
→ Preparación: 1. Asegurarse de que todos los calamares están limpios de tripas y restos de piel. Poner los tentáculos rellenando el cuerpo del calamar.
2. Preparar un sofrito con un buen chorro de aceite, sal, la cebolla y el ajo picados en una cazuela amplia a fuego medio. Pelar los tomates, quitar las semillas y cortarlos en dados. Cuando el sofrito tenga color dorado, añadirlos y salpimentar. Dejar que reduzca un par de minutos y añadir el vino blanco y los chipirones, dejando cocinar a fuego lento de 10 o 15 minutos (si la salsa empieza a secarse, se puede añadir más agua o vino). Retirar los calamares. Si la salsa no está compotada, dejarla unos minutos más. Añadir la tinta y triturar.
3. Añadir el chocolate troceado y remover a fuego suave. Rectificar de sal y pimienta. Devolver los calamares y dar un hervor de tres minutos. Servir con perejil picado, acompañado de arroz o patatas fritas.

Conejo en salsa de chocolate
El chocolate es un ingrediente habitual en los platos de caza: los guisos de jabalí, perdiz, venado o liebre suelen incluirlo en sus salsas para acompañar el potente sabor de la carne. Si el conejo que vamos a usar es muy grande y tememos que pueda quedar duro o correoso, una marinada previa en la nevera durante 24 horas con vino tinto y hierbas nos facilitará el trabajo.
→ Ingredientes (para cuatro personas): 1 conejo limpio (aprox. 1 kilo) cortado en octavos, 1 cebolla, 3 zanahorias, 4 dientes de ajo, 40 g de chocolate con un 70% de cacao, 250 ml de vino tinto, ½ cucharadita de tomillo seco, ½ cucharadita de romero seco, 1 hoja de laurel, aceite de oliva, sal, pimienta, cebollino, puré de patatas para servir.
→ Preparación: 1. Trocear el conejo, salpimentarlo y dorarlo en una cazuela amplia con un poco de aceite y los ajos pelados y aplastados. Retirar el conejo —reservar aparte el hígado—, añadir la cebolla y las zanahorias picadas, sal y pimienta, y cocinar a fuego medio hasta que se doren.
2. Desglasar la cazuela con el vino y añadir las aromáticas, el conejo y 150 ml de agua. Cocinar a fuego suave unos 40 minutos, hasta que la salsa esté espesa —hacia el final de la cocción podemos destapar para ayudar a evaporar el líquido, si fuera necesario— y el conejo tierno.
3. Retirar el conejo y el laurel, triturar la salsa y añadir el chocolate rallado. Rectificar de sazón, añadir el conejo y cocinar 10 minutos para integrar sabores. Servir con puré de patatas y un poco de cebollino picado.

Cuajada de chocolate con maracuyá
Los sobres de cuajada son un recurso excelente para crear de manera muy sencilla postres resultones, que podemos hacer más cremosos sustituyendo parte de la leche de la receta por nata. Podemos acompañarlos con pulpa o trozos de fruta fresca, coulis de frutos rojos o mermelada aligerada con un poco de agua o licor.
→ Ingredientes (para cuatro personas): 2 sobres de cuajada, 500 ml. de leche entera, 150 ml de nata líquida para montar (más otros 100 para el emplatado), 125 g de chocolate con un 60% de cacao, 1 cucharada de cacao en polvo, 2 cucharadas de azúcar (o al gusto), 2 maracuyás.
→ Preparación: 1. Mezclar los sobres de cuajada y la mitad de la leche fría, y calentar el resto con el azúcar, el cacao y la nata líquida. Cuando esté a punto de hervir, añadir la cuajada mezclada con la leche y llevar de nuevo a ebullición, a fuego bajo.
2. Cuando se haya mezclado todo y empiece a espesar, añadir el chocolate cortado en trocitos y mezclar hasta que se funda. Verter en cuatro moldes y dejar enfriar unos 30 minutos a temperatura ambiente y después al menos dos horas en la nevera para que cuaje.
3. Servir acompañado de la nata semimontada y con el maracuyá encima.

Bebida de cacao, ron y chile
La relación entre el cacao y el chile puede sonar peculiar, pero existe desde los inicios de la cultura cacaotera, allá por el Imperio azteca, donde se tomaba en forma de bebida espumada, amarga y picante. Podemos preparar el sirope simple para esta receta con la misma cantidad de agua que de azúcar, calentando a fuego muy suave hasta que el azúcar se funda sin llegar a coger color.
→ Ingredientes (para cuatro personas): 800 ml de leche entera, 120 ml de ron añejo, 2 o 3 cucharadas de cacao en polvo, sirope simple al gusto, una cucharadita de copos de chile secos —o al gusto—, piel de naranja o mandarina.
→ Preparación: 1. Calentar en un cazo la leche con los copos de chile a fuego muy suave, sin que llegue a hervir. Dejarlos infusionar hasta que la leche esté fría de nuevo y después un rato más en la nevera. Colar, calentar de nuevo y —si se puede— batir la leche para conseguir espuma. Separar la espuma para decorar y batir de nuevo la leche con el ron, el cacao y el sirope al gusto. Servir en cuatro tazas o vasos y decorar con la espuma de leche y ralladura de naranja o mandarina (si se quiere, añadir un twist de su piel).
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