Inés Arrimadas cerrará “de manera testimonial” la candidatura que se enfrentará a Edmundo Bal en las primarias de Ciudadanos. Una lista que se ha completado in extremis este jueves ante las diferencias sobre el orden de los aspirantes, según revelan fuentes de la negociación. La integración de la todavía presidenta ha generado discrepancias durante las conversaciones, que se han intensificado en las últimas horas. Esta propuesta alternativa para liderar el partido ha sido empujada por el equipo que ha pilotado el proceso de refundación de Cs, que arrancó en julio. Un último intento por renovar una formación en riesgo de desaparecer y dar así la vuelta a la espiral de debacles electorales.
Dos de los ocho miembros del grupo de la refundación, conocido como G-8, Patricia Guasp y Adrián Vázquez, encabezarán la otra papeleta de las primarias que se celebrarán entre el 9 y 10 de enero. La coordinadora autonómica de Cs en Baleares y el eurodiputado aspiran a los cargos de portavoz política y secretario general, respectivamente, confirman diversas fuentes del partido. Una apuesta que cuenta con el apoyo de Inés Arrimadas, que cerraría la lista en el último puesto. Se culmina así su pérdida de poder en la estructura orgánica de una formación que ha capitaneado durante los dos últimos años. La candidatura, “de amplio consenso”, goza del beneplácito de muchos dirigentes territoriales.
La presentación de la lista ante los medios está prevista en la mañana de este viernes. La elección de Guasp y Vázquez responde al interés de una gran parte del partido por dar voz a “caras nuevas” con un papel crucial en la refundación. De hecho, han sido dos de los dirigentes más presentes en la gira que el G-8 ha completado por los territorios para tomar el pulso de los afiliados, entre los que se ha hecho especialmente fuerte el eurodiputado. Pero el también jefe de la delegación de Cs en Bruselas lleva años ligado a Ciudadanos. Y se mostró crítico con la gestión de Arrimadas en el pasado, indican fuentes cercanas. “Unas primarias son un ejercicio democrático y esencial en cualquier partido político que se precie. Y es clave que quienes participen en ellas lo hagan con respeto y genuina intención de, una vez terminadas, hacer todo lo posible para unir el partido. Sin unidad, no hay futuro”, se ha adelantado Vázquez a través de Twitter, este jueves.
![Patricia Guasp y Adrián Vázquez, en dos fotos facilitadas por Cs.](https://imagenes.elpais.com/resizer/cwouGqv6SlxmsZjezgEwloDLGz0=/414x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/A35ZFS3KLRGDLLVHHGMMCT6E3A.jpg)
La presidenta, por su parte, aspiraría “al último puesto de la candidatura”, prosiguen las fuentes de la negociación. El anuncio por su cuenta y riesgo —hace una semana—, de que completaría esta lista de “consenso” integrada por líderes municipalistas y autonómicos provocó el rechazo de algunos dirigentes que trabajaban en su configuración desde hace semanas. Entre ellos, el procurador en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, que tras el movimiento de Arrimadas cambió de estrategia y dio su apoyo expreso a Bal, quien mantiene una guerra abierta con la presidenta por el liderazgo y la identidad ideológica del partido desde el mes de octubre.
En las últimas horas se han intensificado los contactos para definir unos nombres que hasta la tarde de este jueves no estaban claros. Completan los primeros puestos el concejal madrileño Mariano Fuentes y el diputado navarro Carlos Pérez-Nievas. Y detrás hay dirigentes afines a la presidenta como el diputado Guillermo Díaz y el portavoz catalán Carlos Carrizosa. En cualquier caso y sea cual sea el resultado de las primarias de enero, Arrimadas dejará de estar en el núcleo duro de la cúpula de Ciudadanos.
Lo que sí tiene más seguro Arrimadas si gana el tique electoral de Guasp y Vázquez es mantener la portavocía en el Congreso. Pero el factor más importante para la presidenta es que en ninguno de los escenarios abiertos tendrá que asumir sobre sus hombros el peso de los resultados de las elecciones de mayo. Y consigue así allanar el camino para concurrir a las primarias de Cs de julio a la Presidencia del Gobierno. Se podría dar la paradoja de que, una vez perdido todo el poder ejecutivo, Arrimadas aspire a ser la número uno al Congreso. Ese es el “objetivo” que más preocupa a Arrimadas, coinciden varias fuentes de la ejecutiva.
Queda en el aire la posibilidad de que Bal tire la toalla y se una a esta candidatura, en principio más oficialista. Se prevé que este mismo viernes se invite al portavoz a sumarse a la lista y atajar de esta forma la crisis del partido agravada por la lucha interna. También ocuparía un puesto sin relevancia. No obstante, tanto Bal como Arrimadas mantendrían su lugar nato en la ejecutiva por el mero hecho de ser portavoces parlamentarios. La pelota está ahora en el tejado de Bal, que tiene de plazo hasta el día 29 para adherirse. “Esta es la lista de Inés”, ha respondido el portavoz en la noche de este jueves en RNE. Bal ya se había mostrado en contra de respaldar una candidatura integrada por los “peleles” de Arrimadas.
La vicealcadesa de Madrid, Begoña Villacís, una de las pocas figuras con peso que conserva Cs y a su vez miembro del G-8, promocionará esta lista alternativa. Las urnas internas de Cs de principios de enero arrojarán luz sobre todas las vías abiertas. Recoser el partido y remontar en unas encuestas por los suelos serán los siguientes escollos.
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