A causa de un error de comunicación, varios migrantes que se encontraban en México habrían sido confundidos por el cierre de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). El hecho generó confusión y preocupación entre los migrantes, quienes ya habían iniciado los trámites para obtener su estatus como refugiados en el país.
Según el reporte oficial, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) fue la que cometió el error de comunicación, y habría informado a los migrantes que la COMAR ya no estaría recibiendo solicitudes de refugio. En realidad, la COMAR continuaba funcionando, aunque había restringido sus operaciones debido a la pandemia de COVID-19.
La confusión impactó a decenas de migrantes que habían presentado sus solicitudes ante la COMAR, y que ahora temen por su seguridad en el país. Muchos de ellos huyeron de situaciones de violencia o persecución en sus países de origen y buscan ahora una oportunidad para rehacer sus vidas.
Esta situación no es un caso aislado en la región. La crisis migratoria en América Latina y el Caribe ha generado grandes desafíos para los países receptores y para los mismos migrantes, que a menudo enfrentan situaciones de vulnerabilidad y violencia en su camino hacia un destino mejor.
En este sentido, se hace necesario una respuesta solidaria y coordinada de los países de la región y de la comunidad internacional para garantizar la protección y los derechos de los migrantes y refugiados. Es importante también una adecuada comunicación de las autoridades y organismos encargados de la protección de los derechos humanos de los migrantes para evitar situaciones como la que ocurrió en México.
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