“Hoy hay humo blanco”. Ingrid Betancourt eligió esta fórmula para anunciar la unión de los candidatos del centro político en Colombia después de meses de desencuentros. La alegoría parecía oportuna. En una casa del centro de Bogotá, en un salón presidido por un Cristo, una decena de hombres y dos mujeres celebraron el llamado “cónclave del centro”. Una especie de última oportunidad después de todas las oportunidades perdidas. Los precandidatos, que durante las últimas semanas parecían salir disparados en direcciones opuestas, se sentaron este domingo a la mesa. Pasadas las seis y media de la tarde, noche cerrada ya en la ciudad, Betancourt anunció que había acuerdo. Solo un candidato representará esta opción en las elecciones presidenciales de 2022 bajo la bautizada Coalición Centro Esperanza. El nombre del mismo, sin embargo, será una incógnita hasta marzo.
El centro político y vuelve hoy a la casilla de salida
El rector de la Universidad de Los Andes Alejandro Gaviria anunció su candidatura a las presidenciales. Su intención, dijo, era ganar la consulta que se celebrará en marzo entre los precandidatos. La Coalición de la Esperanza, que hasta entonces había capitalizado ese espectro político bajo el liderazgo de Sergio Fajardo, le dio la bienvenida al profesor. Pero hasta ahí. Cuanto más repetían públicamente los candidatos que la única posibilidad de ganar las elecciones pasaba por concurrir unidos, más se separaban. La ruptura se dio por hecha hace justo un mes. Gaviria anunció a finales de octubre que no se uniría a la Coalición de la Esperanza y que crearía una alianza nueva.
Esa opción no le gustaba a nadie, empezando por los mismos candidatos. Colombia se juega las presidenciales a dos vueltas y las posibilidades de alcanzar la segunda dividiendo al electorado entre varias opciones son mínimas. Hace cuatro años, Fajardo se quedó fuera de la segunda vuelta por apenas 250.000 votos, después de no lograr cerrar un acuerdo con Humberto de la Calle, entonces del Partido Liberal.
El pasado viernes, la política que pasó seis años secuestrada por las FARC voló de Francia a Colombia para liderar la reunión y esta tarde fue la encargada de anunciar el pacto: “Vamos a ganar. Aquí está el presidente de Colombia y aquí está también el inicio de una generación de líderes que va a cambiar la historia del país, sacando a Colombia del drama, de la corrupción, de la violencia que ha venido afectando a la mayoría de los colombianos”.
El acuerdo celebrado por todos los precandidatos en Colombia
No oculta los mismos problemas que ya se dejaban ver a finales de agosto. Los políticos se verán ahora envueltos por dos campañas paralelas. La propia, por lograr la candidatura de la Coalición Centro Esperanza, y la real de las presidenciales. Con el horizonte de la primera vuelta en mayo de 2022, el elegido por el centro apenas tendría dos meses para hacer campaña presidencial en solitario.
Según las encuestas electorales que se van conociendo hasta ahora, ni Fajardo ni Gaviria han despegado todavía y se mantienen en entorno al 5% en intención de voto. El líder de la izquierda, Gustavo Petro, supera en todos los sondeos el 20%. Tampoco ningún político de la derecha ha despuntado todavía, aunque esta semana el Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe decidió que Óscar Iván Zuluaga será su candidato después de haber barajado varios nombres.
Los políticos del centro están convencidos de que este es su momento. El uribismo, que lleva poniendo nombres en la presidencia desde el año 2002, atraviesa su peor momento. Petro, consolidado entre el electorado de izquierdas, sigue generando pavor a gran parte de la sociedad colombiana, que nunca ha llevado a un líder de izquierdas al Palacio de Nariño. Con el mensaje de huir de los extremos, el centro era opción elegida por un 71% de los electores según una encuesta del pasado septiembre.
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