Es una realidad que el en mundo laboral un día eres joven y al otro te ves a ti mismo rodeado de compañeros de trabajo mucho más jóvenes que tu, con una diferencia de edad de a veces diez o quince años. Esta revelación, puede desarrollar en nosotros mismo unas inseguridades que al igual escondemos pero pueden pueden afectar a nuestro desempeño laboral. Nos guste o no, socializar es una parte fundamental de la cultura de trabajo y este choque generacional provoca que te quedes aislado de el equipo de trabajo.
Rebeca Sainz, de 40 años, tiene a su alrededor a muchos compañeros más jóvenes que han ido incorporándose a su equipo y, en ciertas situaciones, explica, se encuentra un poco fuera de lugar: “A veces, cuando estoy con el grupo de más jóvenes, más bien escucho que interactúo. Al principio yo creía que era igual que ellos, pero poco a poco te vas dando cuenta de que los temas de conversación no son los mismos porque las inquietudes y el tiempo de ocio son distintos”. En cuanto a la incidencia en lo laboral, Sainz sí que observa una diferencia en la proyección a futuro.
El tema de las responsabilidades también es algo que menciona María Izquierdo, que nota que sus obligaciones personales a veces suponen un lastre respecto a la mayor libertad que observa entre sus compañeros. “Yo soy, por ejemplo, la única persona de mi equipo que tiene hijos”, explica. “Así que cuando hay algún aspecto relacionado con su cuidado que va a interferir con el horario de trabajo o va a impedir que acuda a algún evento, me cuesta mucho verbalizarlo.
El reto, por tanto, está en como conseguir que esos pequeños “desequilibrios” vitales entre compañeros no afecten al desempeño diario. Eliana Gialain, Senior Behavioural Scientist en CoachHub, una empresa digital especializada en coaching laboral, señala que, por suerte, muchos directivos son conscientes ya de este tipo de cosas. “Entre los cambios más destacados en el entorno empresarial de los últimos años está la necesidad de promover el desarrollo de los líderes para que sean más inclusivos e inspiradores, que sepan escuchar a sus equipos y entenderlos, considerando tanto sus temas profesionales, como personales; que sean capaces de empatizar y, a la vez, inspirar para que los colaboradores sean la mejor versión de ellos mismos, y que los equipos sean equipos de alto rendimiento”.
Para conseguirlo, Gialain propone el coaching como una herramienta “particularmente eficaz” porque no solo ayuda a cambiar la perspectiva que tiene los jefes, sino que también tiene un impacto positivo en los trabajadores: “Les ayuda a desarrollar habilidades blandas necesarias para abrazar la inclusión como el autoconocimiento, la empatía, la colaboración o la resiliencia”. De hecho, según datos recientes de CoachHub, “los empleados de todos los grupos de edad y de todo el mundo identificaron la gestión de conflictos como su principal área de crecimiento y, durante 2022, se han centrado en mejorar su regulación emocional, gestión del tiempo, resiliencia y habilidades de comunicación”.
Para evitar estas situaciones, María Ucieda, experta en Recursos Humanos y orientada a la innovación e inteligencia emocional, aporta algunos consejos y dinámicas que pueden aplicar los propios trabajadores. Para empezar habría que apostar por el pragmatismo: “Si tu edad, inquietudes, deseos, intereses son diferentes o muy alejados de los de tus compañeros, sé pragmático. El entorno profesional es una parte de tu vida, pero no la totalidad de ella, por lo que céntrate en aquellos aspectos que sí compartes para que tu día a día sea llevadero y generar relaciones profesionales duraderas y que te aporten”.
Seguir estos paso para revertir la situación:
–Analiza tus diferencias y las de tus compañeros para crear un mapa del equipo del que formas parte y, una vez aceptadas, identifica aquellas que os enriquecen.
–Establece pequeños touch points o puntos de conexión diarios con tus compañeros. Tanto si trabajas en formato presencial o en remoto, intenta generar algunos momentos de encuentro con tus compañeros. Al principio, te costará generar o encontrar ese momento, pero tras unas semanas haciéndolo, surgirán de forma más natural.
–Busca a tu par, aquella persona dentro del equipo en quien sentirte reflejado, apoyado y con quien compartir tus retos y dificultades profesionales.
–Escucha activamente a tus compañeros. A todos nos gusta ser escuchados y comprendidos, por los que conocerás mejor sus inquietudes e intereses, permitiéndote acercarte cada vez a ellos.
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