Ahora que nos encontramos a las puertas de la primera ola de calor del verano, tal y como ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la cual comenzará hoy y se prolongará hasta el próximo domingo (aunque también se prevé que el lunes continúe haciendo mucho calor), es sumamente importante intentar mantener al bebé lo más fresco posible, especialmente en verano y, sobre todo, durante los días de mayor calor como los que, por ejemplo, están por llegar.
1. Evitar las salidas no imprescindibles
Lo ideal sería que un recién nacido y un bebé no salga a la calle cuando el termómetro registre temperaturas de 26 o 27 ºC. Se encuentra en casa, tranquilo, conociendo tanto a su entorno más cercano como a sus padres. Por lo que, durante varias semanas, no es necesario que salga si no es estrictamente necesario.
Como recomiendan los pediatras, es sumamente aconsejable permanecer con el bebé tranquilos en casa durante las horas más calurosas, es decir, entre las 11 horas de la mañana y las 6 horas de la tarde.
Además, como veremos, es fundamental colocar al recién nacido o al bebé en la habitación más fresca de la casa.
2. No cubras demasiado al bebé
El hecho de tener un bebé pequeño en casa no significa que debamos cubrirlo como si fuera frágil. Cubrirlo demasiado es totalmente inútil. Y, además, también puede resultar peligroso, ya que podría correr el riesgo de sufrir de hipertermia o incluso un golpe de calor.
La hipertermia consiste en una temperatura corporal superior a lo normal, que suele situarse entre los 37 y los 37,5 ºC. A diferencia de la fiebre, que es un mecanismo de defensa frente a agresiones (como las infecciones), la hipertermia es un síntoma de autorregulación de la temperatura corporal frente al calor o un esfuerzo físico.
¿Los síntomas? Sensación de calor o frío, mayor sudoración, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza y piel enrojecida.
Para evitarlo, es imprescindible usar ropa ligera, cómoda y holgada. Y, en caso de tener que salir a la calle con el bebé, usar también un sombrero o gorro. Sin olvidarnos del protector solar.
3. Mantener una ventilación adecuada (sin corrientes de aire)
En caso de que tengamos en casa aire acondicionado, o un ventilador, podemos usarlos perfectamente cuando el bebé se encuentra en casa, en un clima muy caluroso o en los días de mayor calor.
Pero debemos tener especial cuidado: no debemos exponerlo a corrientes de aire, y tratar de mantener una temperatura no inferior a los 20 ºC.
4. La hidratación es imprescindible
Cuando hace mucho calor, es conveniente hacer que el bebé beba con más frecuencia de lo habitual, lo que ayudará positivamente a la hora de compensar el calor.
También hay quien recomienda invertir en nebulizadores, que puede ser útil a la hora de mantener el ambiente algo más fresco a lo largo de todo el día.