La noche del domingo 9 de mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma, miles de jóvenes inundan las calles de Madrid al grito de “¡libertad!”. Corre la cerveza. Se canta. Y la fiesta, concentrada en el corazón de las principales ciudades de la región, sirve de avanzadilla para un movimiento mucho más importante numéricamente. El fin de semana siguiente, primero sin las restricciones a la movilidad impuestas para combatir el coronavirus, hay casi dos millones de desplazamientos con origen o destino en Madrid, según un estudio de Nommon basado en datos anonimizados procedentes de las redes de telefonía móvil. El 12% de los madrileños acaba durmiendo el sábado 15 en otra región. Ninguna otra Comunidad ve pasar fuera el fin de semana a más gente.

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