En la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, se evidencia una marcada disparidad entre las lujosas zonas turísticas y las colonias marginadas. Mientras que la zona turística brilla con hoteles de lujo, restaurantes de alta gama y un ambiente próspero, las colonias periféricas viven en condiciones de pobreza y carencias.
Esta brecha socioeconómica se refleja en la falta de servicios básicos como agua potable, alumbrado público y pavimentación de calles en las colonias más necesitadas. Mientras tanto, en la zona turística, los visitantes pueden disfrutar de un entorno seguro y agradable, con numerosas opciones de entretenimiento y recreación.
La situación pone de manifiesto las desigualdades que existen en la ciudad y la necesidad de trabajar en políticas públicas que busquen la equidad y el desarrollo integral de todas las comunidades. Es importante que las autoridades municipales se comprometan a abordar este problema de manera integral y a fomentar la inclusión social en Mazatlán.
En definitiva, la contraposición entre la bonanza de la zona turística y la pobreza en las colonias refleja una realidad compleja que requiere de acciones concretas para lograr un desarrollo equitativo y sostenible en la ciudad.
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