América guarda en el almanaque una de las mejores selecciones de Chile. Esa es la que conformaron tipos como Iván Zamorano, Ivo Basay y Fabián Estay (Conchalí, Santiago de Chile, 52 años). Estay era el cerebro de la Roja que terminó tercera en la Copa América 1991, jugada en casa, y que llegó al Mundial de Francia, potenciada con Marcelo Salas. “Es una Copa atípica. No podemos quejarnos y mirar hacia Europa y preguntar: ¿por qué se juega así en Sudamérica? Allá es verano, hay público, los directivos están mejor organizados que en la Conmebol. Acá el torneo se tenía que hacer como sea. Faltó empatía”.
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Pregunta. ¿Qué le gusta, disgusta de la Roja?
Respuesta. El técnico Martín Lasarte lleva seis partidos. El peor partido fue contra Paraguay que se terminó perdiendo 0-2, con alguna polémica arbitral. Chile fue superado por un Paraguay muy intenso. Chile ha mostrado dos caras con Lasarte y esta generación dorada está acostumbrada a ganar. De repente juega bien el primer tiempo y el segundo ya no. En los primeros 45 mete para alcanzar la ventaja y luego no consigue alargar los momentos buenos de intensidad, de ser vertical, de tener oportunidades de gol.
El último partido contra Paraguay ni siquiera oportunidades tuvo. Hubo lesiones musculares, que preocupa por tantos partidos seguidos en dos semanas. Nos toca Brasil, un rival asiduo en Copa América. Nos toca normalmente después de la fase de grupos. En Mundiales también: 1998, 2010 y 2014. Siempre nos terminaron ganando. Hoy Brasil está mucho más por encima que todos los rivales en la Conmebol, pero Chile puede competirle muy bien. Tiene que reencontrarse con el ADN ganador y competitivo.