“Si un coche tiene cinco velocidades, él tiene seis o siete”. La frase de Tite, entrenador de la selección brasileña, fue utilizada para describir la rapidez de Vinicius en el terreno de juego, pero también resume la velocidad con la que el delantero sobresalió. En cuatro años debutó en el Flamengo, se trasladó al Real Madrid, fue campeón en la Liga española y ahora es el más joven entre los 24 atletas brasileños que compiten en la Copa América 2021. Características de un joven que se salta etapas con el objetivo de ser la estrella de la próxima generación de la Canarinha, pero que aún no ha tenido la oportunidad de mostrar su potencial en la actual edición del torneo.
A los 20 años —cumple 21 este 12 de julio— el delantero tiene la edad suficiente para jugar al fútbol en los Juegos Olímpicos, donde solo se permiten atletas de hasta 24 años. Podría estar, por tanto, con el equipo olímpico, que recientemente convocó a los futbolistas para los juegos de Tokio. Sin embargo, Vinicius pasó directamente a la escuadra absoluta escalando para jugar el torneo más grande entre los países sudamericanos. “Desde niño siempre ha sido protagonista en su equipo, siempre jugando con los chicos más grandes”, explica Márcio Torres, asistente del entrenador del equipo sub 20 del Flamengo. “Es un jugador del nivel de Neymar en cuanto a atrevimiento, de llamar a la responsabilidad y no sentir presión, que es una marca de grandes jugadores. Creo que Vinicius lo tiene todo para ser el próximo ídolo del fútbol brasileño”, opina el exentrenador del delantero.
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Torres trabajó con Vinicius en tres categorías diferentes en Flamengo: sub 16, sub 17 y sub 20. Bajo su tutela fuera del campo, y el mando de Vini en el terreno de juego, la llamada “generación 2000” pasó dos años sin perder un partido en los campeonatos juveniles. “En los tres años, resolvió nuestros problemas más que los creó”, señala el exentrenador, ensalzando la profesionalidad del delantero. “Nunca lo he visto llegar a sin una sonrisa en su cara. Tampoco hizo una cara fea en ningún entrenamiento”, dice.
La precocidad de Vinicius le llevó a debutar con Flamengo en mayo de 2017 con 16 años. Estableció récords: es el brasileño más joven en marcar dos goles en la Copa Libertadores y también en completar 50 partidos con el equipo, todo antes de protagonizar el traspaso más caro de la historia del fútbol que involucra a un jugador menor de 19 años. Por 45 millones de euros dejó Río de Janeiro para jugar con el Real Madrid en 2018. Fue campeón de España en la segunda temporada y, en febrero de 2019, tuvo su primera convocatoria a la selección brasileña, a los 18 años, para sustituir al lesionado Neymar en dos amistosos. “Es un jugador completo, tiene virtudes físicas extraordinarias. La aceleración, la que contra una impresiona”, ha destacado Tite.
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En tres temporadas en el Real Madrid, Vinicius ha marcado 15 goles en 118 partidos. Son números bajos para los estándares de un delantero, pero justificados para un jugador que ya ha admitido que le resulta más fácil driblar que anotar. “Juega en un sector del campo que no está cerca de la portería y tiene como cualidades la potencia, la velocidad, la fuerza y la resistencia. Por eso es más fácil con el regate”, explica Torres.
El técnico ve natural la crítica a la falta de goles de Vinicius, que suele eclipsar sus regates y cree que el entrenamiento es la única solución. Torres señala que la mayor evolución que ha tenido el brasileño desde que salió del país tiene que ver con la parte defensiva del juego, no con el ataque. “Su papel es jugar desde el centro del campo, pero el fútbol hoy es tan dinámico que si no puede hacer la reconversión defensiva lo va a pasar mal. Creo que aquí es donde más evolucionó: posicionando y marcando cuando su equipo no tiene el balón”, analiza.