En el inicio de este año, las constructoras han experimentado una caída del 4.1%, lo cual ha generado preocupación en el sector de la construcción. Esta disminución se ha atribuido a diversos factores, entre los que se encuentran la incertidumbre económica nacional e internacional, así como la falta de inversión en infraestructura.
Esta situación ha llevado a que las empresas constructoras tengan que enfrentar desafíos adicionales, como la reducción de márgenes de beneficio y la necesidad de buscar nuevas estrategias para mantenerse competitivas en el mercado. A pesar de estos obstáculos, se espera que el sector de la construcción logre recuperarse en los próximos meses, especialmente si se implementan medidas para fomentar la inversión en proyectos de infraestructura.
En este sentido, es fundamental que las autoridades y los actores involucrados en la industria de la construcción trabajen en conjunto para impulsar la reactivación económica y promover el crecimiento sostenible del sector. Solo a través de la colaboración y el compromiso de todas las partes interesadas se podrá superar esta coyuntura y alcanzar un desarrollo más sólido y estable en el futuro.
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