En respuesta a la llegada de menores migrantes a Canarias, el Defensor del Pueblo ha destacado la existencia de carencias significativas en cuanto a la atención y protección de estos jóvenes. Se señala que las autoridades deben mejorar la coordinación entre los diferentes organismos responsables de garantizar la asistencia a estos menores, así como la necesidad de contar con recursos adecuados para atender sus necesidades de forma eficaz.
La situación de los menores migrantes es una cuestión especialmente delicada, ya que se encuentran en un contexto de vulnerabilidad extrema al haber dejado sus países de origen en busca de una vida mejor. Por lo tanto, es fundamental que se establezcan protocolos claros para garantizar su atención integral, incluyendo aspectos como la salud, la educación y la protección frente a posibles situaciones de explotación o abuso.
Además, se destaca la importancia de abordar el fenómeno de la migración desde una perspectiva global, en la que se reconozcan los derechos de todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria. Esto implica no solo responder a las necesidades inmediatas de los menores migrantes, sino también trabajar en la prevención de la migración forzada y en la creación de condiciones que permitan a estas personas vivir con dignidad en sus países de origen.
En este sentido, es necesario que las autoridades, tanto a nivel local como nacional, se comprometan a implementar medidas que protejan y promuevan los derechos de los menores migrantes, garantizando su acceso a servicios básicos y su integración en la sociedad de acogida. Solo así será posible construir un futuro más justo y equitativo para todos.
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