El arroz con leche es un postre que nunca decepciona: asequible, generoso en porciones y repleto de un sabor que evoca el hogar. Para aquellos que deseen experimentar con sabores más intensos, la versión de arroz con tres leches es una opción imperdible. Esta receta combina la esencia del arroz con leche tradicional con la ligereza del famoso pastel tres leches, creando un postre que es, a la vez, cremoso, perfectamente dulce y sorprendentemente fácil de preparar en menos de una hora, ideal para consentir a tus seres queridos.
Los ingredientes son simples y accesibles: arroz, tres tipos de leche, canela, ralladura de naranja y un toque de vainilla, muchos de los cuales probablemente ya tienes en casa.
Sugerencias para lograr un arroz con tres leches excepcional
Si bien preparar arroz con leche puede parecer fácil, existen algunos consejos que pueden hacer la diferencia entre un postre ordinario y uno extraordinario:
- Opta por arroces de grano corto o medio (como el bomba o arborio), ya que estos absorben más líquido y liberan almidón, lo que añade cremosidad al plato.
La cocción a fuego lento y removiendo con frecuencia es clave: cocina a fuego bajo, permitiendo que el almidón se libere lentamente. Evita las altas temperaturas, ya que pueden causar que el arroz se pegue o se queme.
Mientras el arroz hierve, puedes incluir canela en rama, ralladura de naranja o incluso una vaina de vainilla. Aunque debes retirarlos al final, su sabor se infunde durante la cocción.
Ten presente que el arroz continuará espesando una vez que lo quites del fuego. Lo óptimo es retirar la olla cuando el preparado esté ligeramente más líquido de lo que deseas, ya que al enfriarse alcanzará la textura ideal. Si resultara demasiado espeso, simplemente añade un chorrito de leche caliente para ajustarlo.

Arroz con leche
En una olla, calienta agua hasta que esté hirviendo. Agrega el arroz, la canela y la ralladura de naranja. Cocina a fuego bajo y destapado durante 20 minutos.
Al concluir este tiempo, incorpora la leche entera, la leche evaporada, la leche condensada y la vainilla. Mezcla bien y deja hervir nuevamente. Una vez que hierva, apaga el fuego y retira del calor.
Sirve en tazones individuales y permite que se enfríe un poco.
Para un giro especial, espolvorea azúcar por encima y carameliza con un soplete de cocina hasta que se forme una capa crujiente.
Puedes disfrutar este postre frío o tibio, perfecto para culminar una comida familiar o para saciar un antojo por la tarde.
Y ahí lo tienes, un arroz con leche mucho más cremoso y lleno de sabor. Además, es un platillo que ayudará a alimentar a toda la familia sin gastar demasiado.
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