Se informó recientemente sobre el caso que ha sido conocido como el “monitor abusador” en el Liceo Francés de Barcelona. Según los testimonios de algunas madres de familia, este monitor llevaba a los niños al baño y les enseñaba cómo masturbarse. Se hizo eco de este escandaloso caso en el que algunas de las víctimas tenían tan sólo seis años de edad.
Un monitor, que supuestamente trabajó durante varios años en el citado centro escolar, ha sido acusado por distintas familias de haber abusado sexualmente de sus hijos e hijas, a quienes llevaba tanto al baño como a las duchas, donde les manoseaba los genitales y les hacía comentarios de contenido sexual.
Las familias afectadas se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo cuando los niños empezaron a presentar un comportamiento extraño, tanto en casa como en el aula, llegando a no querer ir al colegio, a no quererse duchar, a tener miedo de ciertas rutinas y a reaccionar con agresividad hacia sus padres y maestros. A raíz de estos cambios, se descubrieron los graves abusos sexuales por parte del monitor.
Además de las secuelas psicológicas, los afectados también han sufrido consecuencias físicas a largo plazo, ya que los abusos sexuales son un delito que tiene graves consecuencias en la salud a nivel sexual, reproductivo y mental. Este caso ha generado un gran revuelo en la comunidad educativa y en la sociedad en general, evidenciando la importancia de tener protocolos claros y estrictos de actuación frente a cualquier situación de maltrato infantil o abuso sexual.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, , Instagram o visitar nuestra página oficial.