En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la manifestación de millones de mujeres en diferentes estados del país, en entidades como Tlaxcala y Chihuahua las concentraciones derivaron en enfrentamientos y actos vadálicos, y la destrucción de alguno monumentos históricos.
En Tlaxaca, la manifestación frente a Palacio de Gobierno presentó conatos de violencia, por lo que las mujeres intentaron derribar las estructuras metálicas colocadas frente al inmueble y efectuaron pintas y la destrucción de algunos postes y letreros urbanos.
La marcha que partió del Asta Bandera Monumental, ubicada en avenida Independencia de la capital tlaxcalteca, con rumbo al Centro Histórico, transcurrió sin incidentes durante un promedio de 30 minutos que duró el recorrido.
No obstante, al apostarse al exterior del Palacio de Gobierno, el denominado bloque negro mostró su inconformidad, por lo que las consignas subieron de tono y pasaron de los señalamientos, gritos y reclamos, a los intentos por derribar las barreras metálicas colocadas al exterior de la sede del Poder Ejecutivo.
Primero arrojaron piedras a Palacio que provocó vidrios rotos y las patadas con intención de derribar las estructuras; sin embargo, ante los intentos fallidos, las manifestantes procedieron a utilizar herramientas para tirarlas.
Por ello, elementos de seguridad buscaron replegarse con polvo químico de extintores.
Tras 40 minutos de protestas, algunas colectivas radicales decidieron derribar los postes metálicos de luminarias colocados en la reciente remodelación de la Plaza de la Constitución, para utilizarlos para derribar las vallas, por lo que la dispersión de gas de extintores pasó de menos a más.
Como una medida para replegar a las manifestantes, un carro motobomba de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fue enviado al Palacio de Gobierno, pero un joven hombre abordó la unidad para romper las mangueras, lo que evitó que funcionara.
Ante la insistencia para evitar el derribo de las vallas, elementos de seguridad recurrieron a lanzar unas 10 bombas de gas lacrimógeno, provocando que poco a poco los contingentes se replegaran.
La protesta dejó como saldo el derribo de postes de luminaria, vidrios rotos de Salón Rojo, oficina de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y del secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, pintas en el kiosco, fuentes, piso de la Plaza de la Constitución e incendios controlados.
EXIGENCIA DE JUSTICIA
La protesta tuvo el objetivo de exigir justicia, de levantar la voz por todas aquellas mujeres víctimas de feminicidio y violencia en diversos ámbitos.
Durante la movilización fueron evidenciados casos de abusos en instituciones educativas y en el sistema burocrático, a través de un tendedero de denuncias, además de fichas de búsqueda de mujeres desaparecidas, cuyas denunciantes pidieron apoyo para su pronta localización.
En tanto, en Nuevo León, Integrantes de la Asamblea Feminista de Chihuahua, agrupación de mujeres ciudadanas principalmente maestras y trabajadoras de maquiladoras, renombraron la Plaza del Ángel en la capital del estado.
“Ni una más” es el nombre que el colectivo busca instaurar en la plaza, como ocurrió en el año 2003 cuando protestaron por el feminicidio de Viviana Rayas.
Posteriormente, un grupo de manifestantes prendió fuego a las ventanas del palacio de gobierno de Chihuahua.
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