Este miércoles, 4 de junio de 2025, la ciudad de Colonia, Alemania, vivió un suceso significativo cuando se logró la desactivación de tres bombas no detonadas, relictos de la Segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento fue comunicado oficialmente por la administración municipal, que además anunció que la evacuación afectó a aproximadamente 20.500 personas.
Las labores de seguridad comenzaron por la mañana, y una parte considerable de la población, incluidos trabajadores y huéspedes de hoteles, fue trasladada a zonas seguras. La operación de desactivación se previó que se completara a lo largo del mismo día, y se llevó a cabo en un área de riesgo que abarca un radio de 1.000 metros en torno al área de Colonia Deutz. Este fue uno de los mayores esfuerzos de evacuación desde el final de la guerra.
La ciudad solicitó la colaboración de todos los afectados para garantizar que la operación de desactivación se efectuara de forma rápida y eficiente. Se habilitaron puntos de contacto en diversas instalaciones, como salas de exposiciones y edificios universitarios, facilitando el transporte mediante un servicio de lanzaderas.
En la zona de peligro, se encontraban no solo múltiples empresas, sino también un hospital, dos residencias de ancianos, nueve escuelas y numerosas guarderías. La estación de tren de Colonia Messe/Deutz, paradas de tranvía, el Lanxess Arena, la Filarmónica y diversos museos también permanecieron cerrados durante la jornada. La administración municipal también tuvo que reubicar sus operaciones.
La situación fue actualizada regularmente a través de la red social X y el sitio web oficial de la ciudad, además de medios de comunicación locales.
Las tres bombas, localizadas en Deutzer Werft, representaban un desafío considerable, y aunque la administración no pudo proporcionar una estimación precisa sobre la duración de la desactivación, se establecieron protocolos minuciosos para asegurar que no quedara nadie en la zona de evacuación. La seguridad fue reafirmada mediante procedimientos que incluían señales acústicas para verificar la ausencia de personas antes de proceder.
Este hallazgo de artefactos explosivos en Alemania no es un evento aislado. A pesar de que han pasado más de 80 años desde el final del conflicto, las bombas no detonadas siguen siendo descubiertas en diversas localidades. Según estimaciones, alrededor de 1,3 millones de toneladas de explosivos fueron lanzadas durante los bombardeos en las ciudades alemanas, y las cifras indican que entre el 5% y el 20% de estas no habrían explotado.
Los descubrimientos suelen realizarse antes de iniciar proyectos de construcción, donde el Servicio de Desactivación de Artefactos Explosivos lleva a cabo registro sistemático. En un reciente comunicado, el Ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, enfatizó que cada bomba neutralizada representa un servicio a las futuras generaciones.
El año anterior, se documentó la neutralización de 1.606 bombas en la misma región, mostrando un creciente aumento en los hallazgos, impulsado en parte por la actividad de construcción masiva.
Este evento en Colonia no solo subraya los riesgos persistentes de la historia que aún afectan a la vida moderna; también gracias a las cuidadosas y coordinadas acciones de las autoridades locales, se mitigan potenciales peligros para la ciudadanía.
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