En abril, el dólar experimentó su mayor depreciación en más de dos años frente a divisas clave como el euro, el franco suizo, el yen japonés, la libra esterlina y la corona sueca. Este fenómeno surge en un contexto de creciente preocupación sobre una potencial recesión económica en Estados Unidos, exacerbada por las políticas comerciales de la administración Trump.
El Índice Dólar (DXY), que mide el rendimiento del dólar frente a una canasta de seis divisas de referencia, cayó un 4.44%, alcanzando los 99.27 puntos. Este descenso es el más notable desde noviembre de 2022, cuando el índice retrocedió un 5%. Durante este mes, diversas divisas de economías avanzadas y refugios seguros vieron aumentos significativos; el franco suizo se apreció un 6.57%, seguido por el euro con un 4.67%, y el yen japonés con un 4.61%.
Por el contrario, algunas monedas emergentes sufrieron caídas, siendo el peso argentino el más impactado con un 9.15% de depreciación. Otras divisas que también enfrentaron caídas incluyen el rand sudafricano, la lira turca y el peso colombiano.
Según Callee Davis, economista sénior de Oxford Economics, este repunte en otras monedas destaca la creciente incertidumbre que desafía la tradicional imagen del dólar como refugio seguro. Los analistas anticipan que el futuro del dólar estará influenciado por los riesgos de recesión en Estados Unidos, aunque sugieren que podría haber un repunte en el segundo semestre debido a una política fiscal más robusta y una Reserva Federal menos conservadora.
Felipe Mendoza, analista de ATFX LATAM, proyecta un entorno marcado por la volatilidad continua, donde las presiones sobre los activos de riesgo podrían intensificarse si los indicadores macroeconómicos siguen mostrando la fragilidad de la economía estadounidense. Mendoza también subraya que la capacidad del gobierno estadounidense para balancear su agenda proteccionista y revivir la demanda será crucial para el rendimiento económico.
En el contexto de estas fluctuaciones, el peso mexicano se destacó por su apreciación contra el dólar, logrando la mejor performance en más de tres años. La decisión del gobierno estadounidense de no imponer aranceles sobre México fue un factor clave, lo que permitió al peso cerrar en 19.6136 pesos por dólar, un aumento del 4.14% o 84.68 centavos. Con un máximo de 20.8083 pesos y un mínimo de 19.5223 pesos en abril, el peso mostró un comportamiento sólido.
Gabriela Siller, directora de Análisis en Banco Base, afirmó que la exención de aranceles equivale a un trato preferencial para los miembros del T-MEC bajo la administración Trump, sugiriendo un futuro fortalecimiento de las relaciones comerciales en América del Norte.
Este análisis proporciona una visión integral sobre la dinámica actual del dólar y la situación económica global, recordando que la clave estará en cómo se manejen las políticas en el futuro inmediato. La información presentada es de relevancia hasta el 1 de mayo de 2025 y puede requerir actualizaciones a medida que evolucionen los acontecimientos económicos y políticos.
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