lunes, febrero 6, 2023
  • Media Kit
  • Terminos y Condiciones
  • Compliance & Copyright
  • Quienes Somos
  • Trabaja con Nosotros
  • Contacto
  • RSS
Columna Digital
  • Portada
  • Nacional
  • Internacional
  • Política
  • columnas
  • Negocios
  • Cultura
  • Lifestyle
  • Deportes
  • Login
No Result
View All Result
Columna Digital

Eduardo Orenstein: Cuando ver un desnudo era una epopeya: pornografía clandestina en el Río de la Plata en el siglo XX

Columna Digital by Columna Digital
abril 12, 2022
in Internacional
Reading Time: 4 mins read
A A
0
Eduardo Orenstein posa con una imagen de la actriz Isabel Sarli en su Museo Erótico de Buenos Aires.
959
VIEWS
Share on FacebookShare on Twitter

Related posts

Pieles de zorro exhibidas en el mercado de Thusis (Suiza) en 2018.

La caza del zorro mata 15.000 ejemplares al año en Galicia y se amplía fuera de temporada con un mes de campeonatos | Clima y Medio Ambiente

febrero 6, 2023
Norma Piña defiende la independencia judicial ante López Obrador

Norma Piña defiende la independencia judicial ante López Obrador

febrero 6, 2023

Cojer no existe. No existe según la Real Academia de la Lengua, que solo admite coger y relega a la penúltima acepción el vulgarismo con el que muchos latinoamericanos se refieren a tener sexo. Pero en el sur del continente hay quienes prefieren cojer, “con jota, con saliva argentina de pronunciar puteadas y ruegos”, como dice uno de los personajes de Pedro Mairal en su libro de cuentos Breves amores eternos. “Tenemos que apropiarnos de esa palabra y hacerla nuestra”, defiende Eduardo Orenstein, autor de Cojer. La pornografía clandestina en el Río de la Plata y dueño de miles de fotografías, pósters, dibujos y artilugios sexuales que atesora en su informal Museo Erótico de Buenos Aires.

En el libro recopila versos de publicaciones pornográficas clandestinas que circularon por Argentina y Uruguay durante el siglo XX. A menudo aparece en ellas ese error ortográfico. “Soy un gran cojedor / que sin causarte dolor / te la meto hasta el ombligo”, aparece en la Milonga para culear, otra de las palabras más comunes para describir el acto sexual en Argentina.

“Naides me ganó a la taba / ni en carreras de sortijas / sabrás al fin que es la gloria / cuando te clave la pija”, le dice un hombre a una mujer en El gran Pericón. Cantares de sierras y cañadas. Con fotografías de Francia y Japón, que se distribuyó alrededor de 1950. ¡Ah, gaucho! Cómo, atrevido! / pretende dejar la roncha / ya que es tan decidido / mejor chúpeme la concha”, le responde ella. Ese folletín iba acompañado de imágenes sexuales explícitas, pero que no tenían nada que ver con los países citados en el subtítulo.

“Por lo general provienen de pequeñas publicaciones de unas 16 páginas que alternan texto con imágenes, dibujos o fotos. Ideales para esconder en el bolsillo, dice Orenstein. Era necesario ser precavidos: hasta el año 1984, ya en democracia, en Argentina estuve vigente el artículo del Código Penal que permitía castigar a todo aquel que “de cualquier modo ofendiera el pudor y las buenas costumbres con hechos de grave escándalo o trascendencia no comprendidos en otros artículos”. Contemplaba penas de multa y prisión por “delitos contra la honestidad” y por “corrupción, abuso deshonesto y ultrajes al pudor”.

Pseudónimos jocosos

Para burlar el castigo, ni textos ni dibujos estaban firmados, excepto con seudónimos como Alejo Laverga, Benito Tocamelo y Abrahan Culiado, entre otros. Tampoco aparecía la dirección de la imprenta en la que fueron realizados, por ser de manufactura clandestina. La única información que se facilita es la ciudad e incluso, a veces, se dice que está impreso en Valparaíso, Bogotá o La Habana, entre otras ciudades latinoamericanas, pero hay detalles que permiten desconfiar y creer que en realidad su procedencia es mucho más cercana.

Orestein señala que el libro es un homenaje a “aquellos héroes anónimos que han sabido desafiar las huestes de la censura” en momentos en los que contemplar un desnudo femenino era toda una epopeya, a diferencia de la actualidad, donde cualquier tipo de pornografía imaginable está a sólo un clic de distancia. Tenían portadas inocuas para disimular y circulaban de mano en mano a través de redes de confianza.

Por fuera de sus páginas, este coleccionista conserva también fotografías de la época —en las que se ve a numerosas mujeres (y muy pocos hombres) que posan sin ropa, carteles de grandes mitos eróticos argentinos, como Isabel Sarli, dibujos pornográficos que parecen hechos por un niño y un sinfín de objetos. En vitrinas y cajas de su Museo Erótico, situado en el barrio de Flores, pueden encontrarse consoladores hechos de distintos materiales, muñecas, condones de épocas remotas de látex pero también de vejiga de oveja y hasta una máquina para practicar abortos en la clandestinidad (en Argentina, hasta 2020 la interrupción voluntaria del embarazo fue ilegal excepto en caso de violación o riesgo para la salud materna).

“Mi idea de armar un museo erótico nació cuando abrió el de Barcelona”, cuenta Orenstein mientras muestra una gran botella de vidrio de forma fálica que asegura que se llenaba de leche para perseguir y mojar al futuro marido y a sus amigos en las despedidas de soltero. Nunca lo llevó a la práctica formalmente, pero no dejó tampoco de atesorar todo lo que le llegaba vinculado con la temática. “No tengo obras de arte porque lo que me interesa es lo popular”, destaca. Prostitutas, viudas, monjas, actrices, mozos, gauchos, viejos y payadores desfilan entre los versos seleccionados.

“El príapo, la porra y el chorizo / el rábano, la pija y el badajo / picha y ciruela en español castizo / son sinónimos todos de carajo” dejó escrito el poeta Francisco Acuña de Figueroa en Nomenclatura y Apología del Carajo. La lista para nombrar los genitales masculinos y femeninos es larguísima, al igual que las múltiples formas de referirse al acto sexual, entre ellas cojer, palabra por la que Orenstein quiere llegar al académico Arturo Pérez Reverte para verla algún día en el diccionario.

Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook y Twitter, o visitar nuestra pagina oficial.

La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.

Tags: Orenstein
Previous Post

‘El factor Revilla’: el amigo cántabro de López Obrador para desatascar el conflicto diplomático con España

Next Post

Putin no detendrá su ofensiva en Ucrania hasta controlar Donbás

Related Posts

No Content Available
Next Post
Putin no detendrá su ofensiva en Ucrania hasta controlar Donbás

Putin no detendrá su ofensiva en Ucrania hasta controlar Donbás

febrero 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728  
« Ene    

BROWSE BY TOPICS

AMLO Andrés Manuel López Obrador Arte barcelona brasil Chiapas China Cine colombia Columna Digital coronavirus covid COVID-19 Cultura Deportes economia Elecciones españa Estados Unidos europa Francia fútbol gobierno guerra Joe Biden madrid Michoacán Migrantes Millones Morena Mujeres México Normal noticias Noticias Internacionales Nuevo León ONU Pandemia politica presidente Rusia salud ser ucrania Violencia

Columna Digital es una empresa de Grupo Editorial Guíaaaa ® integrado por Periodistas y Columnistas mexicanos interesados en la objetividad informativa.

Links Rapidos

  • Media Kit
  • Terminos y Condiciones
  • Compliance & Copyright
  • Quienes Somos
  • Trabaja con Nosotros
  • Contacto
  • RSS

Categorías

  • columnas
  • Cultura
  • Deportes
  • Internacional
  • Lifestyle
  • Nacional
  • Negocios
  • Política
  • Salud
  • Tecnología

Columna Digital

Columna Digital HD Logo
Columna Digital HD Logo

Grupo Editorial Guíaaaa / Fundado en 1988.

  • Media Kit
  • Terminos y Condiciones
  • Compliance & Copyright
  • Quienes Somos
  • Trabaja con Nosotros
  • Contacto
  • RSS

© 2021 Columna Digital - Copyright © Todos los derechos reservados Grupo Editorial Guiaaaa.

No Result
View All Result
  • Política
  • Internacional
  • Negocios
  • Cultura
  • Nacional
  • Deportes
  • Lifestyle
  • Viajes
  • columnas

© 2021 Columna Digital - Copyright © Todos los derechos reservados Grupo Editorial Guiaaaa.

Welcome Back!

Login to your account below

Forgotten Password?

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In
Columna Digital utiliza Cookies, para mayor información visita nuestra Política de Privacidad.