Desde tiempos inmemoriales, el sexo ha sido una de las prácticas más naturales y comunes del ser humano. Sin embargo, parece ser que en los últimos tiempos, y debido a la denominada “recesión sexual”, las prácticas más extremas, como el sexo duro, han ganado terreno en la sociedad moderna.
En muchos casos, estas prácticas eran vistas con recelo e incluso condenadas. Sin embargo, hoy en día disfrutar del sexo duro ya no está mal visto por la sociedad, y muchos lo consideran una forma legítima y normal de expresar su sexualidad. Pero, ¿cómo ha ocurrido esto?
En primer lugar, la desestigmatización de los roles de género y la importancia de la igualdad han hecho posible que ambos sexos se sientan libres para experimentar con prácticas sexuales que, en otra época, hubiesen sido tachadas de “machistas” o “misóginas”. La libertad sexual, sin prejuicios ni tabúes, ha permitido una evolución positiva en las relaciones sexuales.
Por otro lado, este cambio en la sociedad ha sido posible también gracias a la evolución de las redes sociales. Las diferentes plataformas han hecho posible una mayor conexión entre personas con gustos sexuales afines, lo que ha permitido una mayor experimentación en este sentido.
Sin embargo, no se puede obviar que, aunque la evolución es positiva, hay que seguir apostando por una educación sexual adecuada. Es importante que las personas conozcan bien su cuerpo y sus preferencias, y que sepan cómo expresarlas de forma sana y consensuada.
En conclusión, la llamada “recesión sexual” ha sido un catalizador para la evolución de las prácticas sexuales, permitiendo a la sociedad experimentar sin prejuicios. La libertad, el conocimiento y la igualdad son claves para que el sexo siga siendo una de las prácticas más naturales del ser humano.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.