“La verdad está ahí fuera”, “no te fíes de nadie” o “niégalo todo”, se leía en los rótulos de Expediente X, la popular y longeva serie iniciada en los noventa en la que los agentes Mulder y Scully se enfrentaban a la trama gubernamental que estaba ocultando a la humanidad la presencia de avanzados extraterrestres aquí.
El creador de la serie, Chris Carter, dedicó mucho tiempo a conocer a creyentes en los ovnis, esa religión surgida con la Guerra Fría y la carrera espacial, esa fe en que alienígenas inteligentes nos visitan en secreto para no asustarnos y en cierto modo cuidan de nosotros. Carter ha escrito ahora un artículo en The New York Times tratando de enfriar la excitación que ha generado el informe de la inteligencia de EE UU sobre 144 fenómenos aéreos relatados por pilotos militares para los que no halla explicación.
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Si consta algún contacto con extraterrestres, argumenta, ¿por qué no hay ningún garganta profunda, nadie creíble que haya confesado el secreto en el lecho de muerte? Carter se sorprende de que, si el desafío se toma en serio, Columna Digital más poderoso de la Tierra solo haya destinado a investigarlo 22 millones de dólares, lo mismo que cuestan apenas tres capítulos de Stranger Things.