Por segundo año consecutivo, el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales vuelve a homenajear a un economista. Si el año pasado fue a parar al turco Dani Rodrik por su análisis crítico de la globalización, en 2021 ha ido para al también filósofo indio Amartya Sen (87 años, Shantiniketan, Bengala Occidental), que ha destacado por sus estudios en torno a las hambrunas.
“Desde una perspectiva cosmopolita e interdisciplinar, las múltiples investigaciones de Sen incluyen aportaciones a las teorías de la elección pública y del desarrollo, la economía del bienestar y otras dirigidas a descubrir las raíces de la pobreza y las hambrunas. Su enfoque de las capacidades de las personas se ha extendido al conjunto de las ciencias sociales”, argumenta en su fallo el jurado del Princesa de Asturias, presidido por la historiadora Carmen Iglesias.
Sen ya ganó el Nobel de Economía en 1998. Entonces, la Academia de las Ciencias de Estocolmo justificó su decisión por la contribución de Sen al “análisis del bienestar económico”, en una investigación que abarcaba desde la teoría de la elección social hasta distintas definiciones de las medidas del bienestar y los estudios empíricos sobre el hambre que muchos países padecen periódicamente. Con el dinero logrado con ese premio, el profesor estableció la fundación Pratichi Trust, de ayuda a la alfabetización, la salud básica y la igualdad de género en la India y Bangladés.
La obra más reconocida de Sen es Pobreza y hambruna: un ensayo sobre el derecho y la privación (Poverty and Famines: An Essay on Entitlements and Deprivation) de 1981. En ese ensayo defendió que el hambre no se produce por la falta de alimentos, sino por las desigualdades en los mecanismos de su distribución. Su trabajo en el campo del desarrollo económico ha influido en la formulación del índice de desarrollo humano (IDH) de las Naciones Unidas.
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