La madrugada de este jueves, lamentablemente falleció a las 81 años de edad el escultor Víctor Manuel Contreras, destacado por su obra más emblemática, la Paloma de la Paz en Cuernavaca, además del Monumento a la Madre y Quetzalcóatl, eje de las culturas mesoamericanas.
Se trata de un escultor que adquirió fama internacional a través de sus monumentos que son exhibidos en 74 ciudades del mundo, entre ellas: Nueva York, París, Denver, Guadalajara, Bruselas, San Antonio, Chilpancingo, Acapulco y Cuernavaca.
El maestro Víctor pasó los últimos 57 años radicando en Morelos, donde la gente lo ha arropado, pero la ciudad que lo vio nacer fue Atoyac, Jalisco en 1941.
A lo largo de su amplia carrera como artista, creó 82 obras en total, a las cuales consideraba sus “hijos”.
“Hemos hecho 82 obras, pero 72 están expuestas por el mundo y en un lugar de privilegio, con una historia que narrar y son hermosas en todo (…) para mí, mis hijos son de bronce”. Así lo comentó en una reciente entrevista hecha por Diario de Morelos, el pasado 6 de Marzo, con motivo del Día del Escultor.
Contreras es autor de la icónica escultura de “La Paloma de la Paz”, ubicada al norte de Cuernavaca, y su inspiración para esta escultura surgió cuando uno de sus maestros, quien era profesor en la Escuela Superior de Artes de París.
Otras dos piezas de su creación se ubican en la capital morelense, el Monumento a la Madre y Quetzalcóatl, eje de las culturas mesoamericanas.
La primera obra se ubica frente al chapitel del Calvario; la segunda, Quetzalcóatl, fue ubicada recientemente en una glorieta en el cruce de las avenidas Río Mayo y Río Balsas, de la colonia Vista Hermosa.
Víctor Manuel fue un hombre de mundo que gracias a su talento y amplia experiencia como artista lo llevó a realizar trabajos en Morelos, Guerrero y Jalisco e incluso, tuvo el ofrecimiento de ser parte de la política.
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