El ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y sus aliados religiosos y de ultraderecha obtuvieron una mayoría de escaños en las elecciones legislativas del martes pasado, anunció este jueves la comisión electoral. Por otro lado, el partido de izquierda Meretz se quedó a unos miles de votos de entrar a la Knésset, lo que supone una derrota histórica para los partidos de esta tendencia en el país.
Solo el Likud, el partido de la derecha israelí liderado por Benjamín Netanyahu, obtuvo 32 escaños en el Parlamento israelí, mientras que el Yesh Atid, del primer ministro saliente, Yair Lapid, quedó en segundo lugar con 24 escaños, seguido por el partido religioso de extrema derecha, Otzma Yehudit, que obtuvo 14 escaños. En total, el bloque que respalda a Netanyahu logró quedarse con 64 sillas, lo que le asegura una mayoría para formar un nuevo Gobierno.
Yair Lapid felicitó a Netanyahu y pidió a sus colaboradores que preparasen una transición de poder organizada, según comunicó su oficina.
“El Estado de Israel está por encima de cualquier consideración política”, dijo Lapid en su cuenta de Twitter. “Deseo que Netanyahu tenga éxito, por el bien del pueblo de Israel y del Estado de Israel”.
Lapid, que ha actuado como primer ministro en funciones durante los últimos cuatro meses, hizo el anuncio justo antes de la publicación de los resultados definitivos, que mostraban la victoria holgada de Netanyahu con sus aliados religiosos y ultranacionalistas.
El antiguo partido laborista en el poder superó el umbral electoral con cuatro escaños. Los partidos de mayoría árabe Hadash-Ta’al y la Lista Árabe Unida obtuvieron cinco escaños cada uno. El partido nacionalista árabe Balad y el conservador Habayit Hayehudi de Ayelet Shaked no lograron entrar en la Knésset.
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