En un mundo laboral en constante transformación, surge una interrogante crucial: ¿por qué debe uno sentarse en la oficina durante horas interminables cuando tareas pueden completarse en una fracción de ese tiempo? Esta pregunta, planteada por Deborah Perry Piscione, cofundadora y CEO de Work3 Institute, pone en tela de juicio la estructura tradicional de la jornada laboral. Durante su intervención en el foro Perspective de Collective Academy, destacó la necesidad de replantear el concepto del tiempo en el trabajo, sugiriendo que el enfoque debe estar en la productividad y los resultados, en lugar de en las horas desgastadas en una silla.
Perry Piscione, autora del libro Employment is Dead! (¡El empleo está muerto!), argumentó que el desarrollo tecnológico, especialmente la llegada de herramientas como blockchain, revolucionará el espacio laboral. Esta tecnología no solo va a facilitar la verificación del cumplimiento de tareas, sino que fomentará un entorno laboral donde el rendimiento será el parámetro clave, llevando un cambio radical en la forma en que los negocios son gestionados y estructurados.
Sin embargo, la especialista también reconoció que este nuevo modelo de trabajo planteará interrogantes sobre la calidad del desempeño. Como ella misma señala, es fundamental un cambio de mentalidad sobre cómo, cuándo y dónde las personas eligen trabajar. La posibilidad de colaborar en proyectos globales y diversificar ingresos a través de carreras de portafolio se perfila como una tendencia significativa hacia el 2030.
La llegada de la digitalización y la automatización plantea un desafío adicional: la necesidad de reconfigurar la educación y las habilidades requeridas en el nuevo entorno laboral. No obstante, Perry Piscione observó con preocupación que las universidades no están avanzando al ritmo necesario para cumplir con estas demandas cambiantes. Hoy en día, la formación académica tradicional podría quedar desactualizada ante la velocidad del avance tecnológico.
En el marco del foro, líderes de Recursos Humanos subrayaron la importancia de desarrollar una cultura organizacional que fomente la experimentación y el aprendizaje continuo. Isabel Martínez, directora de People en Vemo, mencionó que para aprovechar al máximo la inteligencia artificial, es vital que las empresas brinden un espacio donde los empleados puedan explorar y encontrar su propio camino profesional.
Diana Sánchez, experta en estrategias de personas para HSBC, enfatizó la necesidad de abordar la nueva arquitectura laboral, que deberá incluir diferentes perfiles de talento: desde especialistas técnicos hasta aquellos con habilidades más generales que puedan utilizar herramientas digitales.
La transformación que viene con la digitalización también implica un cambio cultural profundo. Enrique Fernández, CHRO de BBVA México, observó que el entorno digital requiere que las empresas actúen rápidamente para adaptar la mentalidad de sus colaboradores, dándoles el protagonismo en su propio desarrollo profesional.
Cory Guajardo, CHRO de Alsea, añadió que la motivación de los empleados en esta nueva era depende de permitirles experimentar y ser curiosos. La digitalización, si se adopta correctamente, tiene el potencial de simplificar el trabajo, liberando tiempo para que los empleados puedan agregar valor a sus tareas.
Con la transformación del entorno laboral, se hace evidente que tanto empleados como empresas deben estar preparados para adaptarse a un futuro que no solo redefine la jornada laboral, sino que también transforma la esencia misma de lo que significa trabajar. La fecha de referencia para esta información es 2025-05-15 08:05:00.
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