Los cuatro ediles del Grupo Mixto tras el verano―los cuatro concejales que se marcharon de Más Madrid en abril de este año por desavenencias con el rumbo que estaba tomando el partido― propició que aprobara su nuevo Madrid Central. Una jugada que no ha sido tolerada nunca por la formación ultra. “No vamos a aprobar los Presupuestos. No cumple sus promesas. Su política es rastrera”, ha dicho el edil tras la cita matutina.
El Grupo Mixto
Smith ha argumentado su negativa recordando el pasado de los ediles del Grupo Mixto, sobre el que todo apunta que recaerá el apoyo para las próximas cuentas. “Las políticas de Carmena han venido para quedarse. Lo vimos con la aprobación de Madrid Central y lo vamos a ver en la aprobación de estos Presupuestos”, ha dicho el portavoz de Vox con un tono muy serio. “[Almeida] ha quebrado el equilibrio que había en el Ayuntamiento para que las políticas de la izquierda no prosperaran. Vamos a votar en contra. Hoy vamos a presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas. ¡No podemos aprobar unos Presupuestos aprobados por la izquierda!”.
Almeida ha guardado silencio tras el encuentro. Salió rápidamente hacia el barrio madrileño de Tetuán, donde tenía convocado a sus concejales para anunciar los acuerdos de su Junta de Gobierno de los jueves, con su socio Ciudadanos. Al concluir, sí atendió a la prensa: “Muy buenos días”, observó, “permítanme que comience diciendo que Javier Ortega Smith ha faltado el respeto a los madrileños. Ha hecho un paripé”.
El alcalde fue con todo contra su socio estrella, tras clamar que se sentara, pensó que la cita matutina serviría para cerrar su ansiado acuerdo con la extrema derecha. “La reunión ha sido un frontón”, siguió. “Yo le decía: ‘¿Y los presupuestos?’, y él me contestaba con Madrid Central. ‘¿Qué propuestas tiene?’ Y Madrid Central. ¡Que no venga a tomar el pelo a los madrileños!”. Tras el portazo, la respuesta del equipo de Almeida fue poner a Vox ante la tesitura de ser los culpables de no que no haya nuevas cuentas en la capital: “Todo se resume a que Javier Ortega circule con su vehículo por la Gran Vía. Me he llevado una profunda decepción. El portazo no es a Almeida, que no mienta”.
Vox ha entrado de lleno en la crisis interna del PP. Ya mira al horizonte las elecciones municipales de 2023. Almeida, molesto ante esta jugada de la extrema derecha que divide a sus votantes, quiere hacerles ver que él sí que mira por los madrileños. “Sé que esto [el posible acuerdo con el Grupo Mixto] algunos [votantes] puede que no lo entiendan. Sé que Vox hace política con esto, pero yo estoy aquí para hacer que a los madrileños le vaya mejor. Por delante de mí están los tres millones de ciudadanos. Eso es lo que me va a guiar”.
Durante seis semanas, Vox no había contestado a ninguna llamada del PP. En el círculo de alcalde no entendían este tipo de movimiento. “¡Todas las veces nos dicen que no!, ¡hay que ser…!”, bramó la edil popular de Hacienda, Engracia Hidalgo, hace 10 días. El plazo de las enmiendas de los partidos a las cuentas concluía este martes. Sin embargo, una llamada de Hidalgo al Grupo Mixto pasadas las diez de la noche, propició que se alargaran 48 horas más, el límite permitido. La jugada sirvió para que Smith, al enterarse de este telefonazo entre el PP y el Grupo Mixto, enviara inmediatamente un correo electrónico al alcalde diciéndole que sí, que esta vez se sentaba con él este jueves, al límite del horario.
Más allá del sí o no a los Presupuestos, también estaba en juego el relato a sus votantes. El no de Vox, sin sentarse, difícilmente se entendería entre su militancia. ¿Una negativa sin, al menos, una cita?, ¿por qué no se sienta nuestro concejal con Almeida?, pensarían. Vox, finalmente, se ha sentado. “Nunca hemos dicho que no a sentarnos”, ha explicado Smith. “Pero nosotros somos un partido de fiar y no jugamos con el oportunismo político. Lo que decimos en campaña, lo cumplimos”. Y así se solapaba el posible discurso de Almeida de un hipotético nuevo pacto con los ediles de la izquierda para aprobar sus cuentas. O dicho de otra manera. Lo hacemos con el Grupo Mixto porque Vox no quiere.
Vox quiere ahora aprovechar este río revuelto popular para dividir como sea y a toda costa al votante madrileño del PP. “No sentimos la traición con Ayuso, nos fiamos de ella y por eso hemos firmado un acuerdo”, ha explicado Smith tras su desayuno con Almeida. “No me fio ya de este equipo de Gobierno [en referencia al alcalde y su equipo] y no podemos apoyar a quién está engañando a los madrileños. Es una política rastrera”.
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